#YaSiénteseSeñora y cómase un chocolate

Esta semana las redes sociales han dado material para todos los gustos...

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Esta semana las redes sociales han dado material para todos los gustos, de la diversión a la vergüenza, llegando hasta el consabido ‘el que se lleva se aguanta’.

 

La señora @BeatrizGMuller se quejó amargamente de que es víctima de acoso en las redes sociales, especialmente en Twitter, a causa de los llamados “trolls”, situación por la que incluso ha pedido (muy al aire, ciertamente) a la red social tomar medidas, secundada por sus seguidores.

 

Sin embargo, lo que la señora no entiende, o al menos parece que no quiere ver, es que ese fenómeno no es privativo de su persona, vamos, ni siquiera de su esposo @lopezobrador_ sino que es tristemente endémico de la red social.

 

Todos estamos expuesto al ataque de los “trolles” por una muy sencilla razón: su labor es la del cuchillito de palo hasta cansar al usuario, provocarlo y herirlo en el amor propio digital hasta el grado de hacernos caer en el juego y darle la respuesta que necesita para seguir con su misión.

Así de simple, y así de sencillo como lo es su misma vacuna: no hacerles caso, no caer en las provocaciones… cosa que @BeatrizGMuller no hizo, y que incluso provocó con varios tweets respondones.

 

Sin embargo, el meollo de este asunto está en sus consecuencias, pues la red social (ajena al caso específico de @BeatrizGMuller) comenzó a tomar medidas para acabar con el preocupante número de usuarios bots, trolls y demás… pero sin realmente dar solución al problema, simplemente porque no se puede: todos, de una forma u otra, somos parte de peligro que circula en la red social al no conceder a nuestros seguidores el beneficio del entendimiento, al twittear pensando en que sólo existe nuestra verdad y objetivo.

 

De un tiempo hacia acá, Facebook y Twitter se transformaron en un medio para pontificar, y sin deberla ni temerla, todos ahora vemos a las redes sociales como una válvula de escape casi, casi psicológica, y no como un medio para comunicar ideas. Pregunte entre sus amistades qué piensan sobre Twitter, y casi podríamos apostar que lo definirán como una fuente de chismes, ataques y pequeños escándalos.

 

Una flor y un chocolate

 

Las tendencias orgánicas y las pagadas no siempre están peleadas. Una campaña pensada para redes sociales tiene mucho potencial de éxito cuando, además de emplear “figuras del medio” se piensa en los usuarios de a pie, cómo justamente no hizo #Hersheys con #HacerElBienSabeBien, pues al emplear influercers desconectados de la realidad en un campaña que parecía más pose para Instagram que tendencia positiva, provocó tal ola de críticas que hasta las “estrellitas” se bajaron del barco.

 

Caso contrario fue el #PaulinaDeLaMoraChallenge, tendencia con la que #LaCasaDeLasFlores se ganó al público mexicano de redes sociales. Obviamente, no caeremos en la ingenuidad y algo de ayuda y planeación seguro que la tuvo, pero a diferencia de #HacerElBienSabeBien, el hashtag emanado de la serie de #Netflix no provocó más que risas y memes inofensivos, pues desde el principio sabíamos que era producto de una ficción, y no una ficción queriendo venderse como la quintaescencia de la bondad y la justicia.

 

 

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