Recorrer la Ciudad de México en esta temporada, se convierte en una gran experiencia tanto para quienes la habitamos, como para quienes la visitan.

 Entre las ventajas de hacerlo en este periodo se encuentra la movilidad con la que uno se puede desplazar a diferentes sitios, gracias a la significativa disminución de tránsito vehicular y personas en la calle, esto a pesar de las constantes movilizaciones que los integrantes de la CNTE, realizan casi a diario en el primer cuadro de la capital.

Aún así la Ciudad de México ofrece una cantidad considerable de eventos, ferias culturales, museos, lugares históricos, museos, etcétera. Para esta fecha la ocupación turística ha repuntado, se pueden ver por Coyoacán, el barrio de San Ángel, el Centro Histórico, Xochimilco, a miles de turistas nacionales e internacionales que disfrutan de los lugares y del inmejorable clima de esta época del año.

Como lo he dicho ya en varias columnas anteriores, si tiene la oportunidad de visitar la maravillosa Ciudad de México, no dude en hacerlo y sobre todo acercarse a la actividad cultural que a diario se desarrolla, en muchas ocasiones, de una forma accesible y gratuita para los ciudadanos. 

Para quien esto escribe, uno de los lugares favoritos es el bellísimo centro de Coyoacán. La gran diversidad de actividades que ahí se ofrecen, son sin duda, envidiables para otros sitios de la Ciudad de México. Coyoacán ofrece una cantidad inagotable de atractivos, gastronómicos, culturales, de entretenimiento, que difícilmente encontrará reunidos en algún otro lugar del país.

Pude acercarme al Museo Nacional de Culturas populares, ubicado muy cerca del Jardín Hidalgo, uno de los más visitados de esta delegación del sur de la capital; un espacio en el que se fomenta la diversidad, el conocimiento, reconocimiento, respeto y la pluralidad cultural principalmente de los pueblos indígenas. Es precisamente en este sitio donde se exhibe la muestra “Manos y alma de Oaxaca, Esplendor de muchos Pueblos”, que nos lleva a en un recorrido por la esencia de este estado, uno de los más ricos culturalmente hablando de México. Sus lenguas, sus festividades y costumbres, su cosmogonía, su quehacer artístico, todas ellas representadas por sus artesanías o artes populares, todas ellas heredadas por los antepasados mixtecas, mixes y zapotecas.

¿Qué podemos encontrar? Según los curadores de esta muestra, “alfarería y cerámica, textiles, cestería, talla en madera, metalistería, orfebrería y joyería, entre otras, son las ramas que sobresalen en esta magnífica creación, que en estilos tradicional o contemporáneo florecen en todas sus regiones. Se trata de objetos cuya inspiración deviene de un espíritu primigenio, de esa vocación muy oaxaqueña por el arte; la segunda, que este aliento se materializa en las prodigiosas manos indígenas y mestizas, de hombres y mujeres que sin más presunciones transforman en arte muchas actividades cotidianas”. 

Ahí una opción más para visitar la gran Ciudad de México, dejarse consentir por la calidad de sus habitantes, degustar su gastronomía, sus atractivos y riqueza cultural, todo ellos con un clima inmejorable.

¡Que la pluma siga girando!