El voto decidido

Con el final de las precampañas, lo primero que se nos viene a la mente es saber quién las ganó.

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Con el final de las precampañas, lo primero que se nos viene a la mente es saber quién las ganó, quién logró mejor la exposición o posicionamiento dentro y fuera de línea, aunque la realidad sea un poco más mundana y triste. 

Entre el exceso mediático de las campañas que no son campañas, de los candidatos que no son candidatos, de partidos de derecha, centro, izquierda que decidieron irse en coalición porque solos no pueden, o de independientes que sólo lo son porque no encontraron hueso en sus partidos; lo único cierto es que nada de eso sirvió para algo: los usuarios de redes sociales hace mucho tiempo que decidieron a quien llevar la grande en julio. 

Pongamos los tweets en orden y aceptemos un hecho: @LopezObrador_, @JoseAMeadeK, @RicardoAnayaC, @MZavalaGC y @JaimeRdzNL no convencieron a nadie fuera de sus ya bien asentados seguidores en el mundo real y el digital. Las precampañas, intercampañas, campañas o cualquier término que se invente el @INEMéxico para saturar a los ciudadanos, no tienen utilidad real respecto a la difusión de ideas y propuestas que encaminen al ciudadano a elegir un aspirante a la presidencia de la República: todos ya saben por quién votaran y poco o nada se logrará de aquí al día de la elección, pues en este país, las propuestas no importan, sólo las pasiones. 

Basta con echarse un clavado por Twitter y Facebook para descubrir el poco impacto real que tienen los aspirantes entre los usuarios. La gran mayoría, por no decir todos, ya tienen pensando por quien van o no van a sufragar, por tanto, la publicaciones promocionadas, insertadas, pagadas o compartidas, no sirven para nada más que “hacer presencia” en el timeline del “voto duro”: no convencen a nadie y sólo se comparten y generan reacciones entre los correligionarios o células partidistas. 

Incluso, revisando los seguidores de los aspirantes mencionados, encontramos más bots que usuarios orgánicos; al navegar entre las menciones y “retweets” hay más tweets tipo “copy and paste” que mensajes reales. Incluso la interacción entre los aspirantes y sus seguidores (o menciones) es prácticamente nula: no responden, sus cuentas son un eterno monólogo que a la larga cansa y resta interés por seguirlo. 

Ahora, si tomamos en cuenta que los usuarios de redes sociales están (en teoría) mejor informados que el resto de la población, podemos imaginar el desinterés mayúsculo por las precampañas, intercampañas y campañas en el mundo fuera de línea. Al menos la publicidad y los spots en la web de los aspirantes se pueden bloquear o silenciar, y no pasan de ser basura digital fácilmente removible con una aplicación, pero en el mundo “offline” eso es casi imposible, creando a la larga mayor hartazgo y menos ganas de prestar atención a las mal llamadas propuestas de los aspirantes. 

No nos engañemos. Si hubo un ganador durante el período de precampañas… sería bueno que nos lo presentarán, porque aunque el @INEMéxico jure y perjure que fue la democracia, al menos a “demos” digital ya nos tienen hasta el copete de videos virales, tweets acusatorios, chistes y memes sobre @LopezObrador_, @JoseAMeadeK, @RicardoAnayaC, @MZavalaGC y @JaimeRdzNL, patrocinados por sus contrincantes. ¡Vamos! Eso ya duele: ni los memes sobre los aspirantes salen realmente de los usuarios de redes sociales.

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