A poco menos de un mes de concluir con el mes patrio y de los informes gubernamentales, la gobernadora Mara Lezama sorprendió, nuevamente, al dejar de lado los formatos acartonados que aplicaban los gobiernos anteriores en eventos como el de la rendición de cuentas y el Grito de Independencia y otros más.

Por ejemplo, mientras que los gobernantes pasados entraban en sus autos directamente al palacio de gobierno para instalarse en las alturas y desde ahí observar y dar el Grito de Independencia, Mara Lezama llegó por el bulevar, camino hacia la explanada de la bandera, saludó a los ciudadanos y celebró, ella sí, con el pueblo de Chetumal.

Pero no solo eso, la gobernadora invitó a familias a subir al balcón del Palacio de Gobierno, ahí donde jamás un ciudadano común había puesto un pie en eventos como ese, ya que ese espacio está reservado únicamente para los invitados especiales de los gobernantes.

Ahora todo ha cambiado, y las familias chetumaleñas estuvieron en primer plano, observaron y disfrutaron del espectáculo y convivieron con la gobernadora Mara Lezama.

El 16 de septiembre, día del desfile, la dinámica fue la misma, una gobernadora que se instaló en las gradas junto con las familias, en contacto directo con los chetumaleños que acudieron a disfrutar del evento.

Lo mismo ocurrió en el primer informe de gobierno, donde Mara Lezama saludó de mano a todos los asistentes, se fotografió con cada uno de los asistentes, y se retiró hasta el final del evento.

Esa cercanía de Mara Lezama con el pueblo nos dice que en Quintana Roo se viven momentos inéditos en la forma de conducirse por parte de la mandataria con los ciudadanos, a quienes escucha atenta y atiende sus problemas.

Pero además, tenemos a una mandataria con presencia constante en Palacio Nacional para participar en las reuniones de seguridad y la conferencias mañaneras, donde informa y da detalles de todos los proyectos de desarrollo que se aplican en Chetumal, lo cual pone a la entidad en el primer plano de las políticas públicas del país.

Así las cosas en Quintana Roo, donde la primera mujer gobernadora rompe los protocolos arcaicos y acartonados de hacer política, para dar respuesta inmediata a los ciudadanos que, por primera vez en la historia, pueden platicar directamente con su gobernante. Hasta la próxima.