Este jueves arribará a Quintana Roo la virtual candidata de Morena a la Presidencia de México, Claudia Sheinbaum. Sí, la aspirante a gobernar el país que hoy luce más fuerte, que aparece arriba en los sondeos, y que por supuesto espera una “bienvenida” por parte de miles y miles de seguidores en Playa del Carmen.

Pero ¿esos miles serán morenistas reales o claudistas convencidos?

Son muchos los analistas que se aseguran que el campo deportivo del Sindicato de Taxistas “Lázaro Cárdenas”, lucirá atiborrado, repleto de gente, con lo cual Morena hará valer su músculo justo ahí, en el que es considerado el municipio más opositor de Quintana Roo, al ser encabezado por un gobierno panista.

Pero Morena no necesita mostrar su músculo, primero porque todo mundo sabe del poder que tiene a nivel nacional. Eso es indiscutible. Y segundo porque en un país dividido en dos, polarizado en dos frentes, la inmensa mayoría de la población ya sabe si es de melón o es de sandía y de la vieja del otro día…

Entonces ¿Para qué tanta faramalla?

No es noticia, ya todo mundo sabe que Morena hace lujo de los más inescrupulosos métodos utilizados por el PRI arcaico y rancio en tiempos electorales, sí claro, de aquellas formas de la que tanto se quejaron los que hoy celebran sus victorias: Acarreos, entrega de dádivas, manipulación, compra de conciencias…

Entonces ¿de qué músculo hablan?

Lo que le espera a Claudia Sheinbaum pararse otra vez frente a personas de la tercera edad, a niños y hasta bebés de brazos bajo el sol inclemente de las 15 horas, así como ante miles arengando a favor de la cuasi candidata… pero gritando por dentro que ya se vaya, que el evento termine y que le den lo prometido.

Y son ellos quienes sin querer serán los encargados de acallar las voces de los verdaderos morenistas, de aquellos que hoy se sienten relegados, de los que crearon el poderoso partido y que no son escuchados, de quienes sólo ven cómo Morena es secuestrado a nivel estatal (de acuerdo a demandas que han sido publicadas y firmadas por fundadores del Movimiento).

Pero eso la Sheinbaum seguramente no lo verá. No, ella sólo verá lo que le gusta ver, un músculo inflable de gente necesitada, de gente utilizada, de gente cuyo único problema es el dinero, “el eterno problema barato”.

Saludará bajo el sol, con la frente perlada de sudor y hará sus declaraciones, copia fiel de lo dicho una y otra y otra y otra vez por AMLO, como si necesitara remarcarlo. Y se tomará fotos, selfies con aquella, con aquel…

Y al término, los miles de asistentes regresarán a los camiones que los llevaron al evento y que los trasladarán a su lugar de origen.

Lo mismo con los fundadores, con los militantes de piel morena y sangre guinda, quienes se morderán los labios y se tragarán todas y cada una de las palabras que quisieron expresar a su candidata, y que simplemente no pudieron, víctimas de eso que le llaman “secuestro” al partido…

La trama de siempre. El circo abre sus puertas, sólo cambian acróbatas, trapecistas, escapistas, payasos y enanos.

Primera llamada, primera…