Un llamado de auxilio, de intervención inmediata, emitió el sector hotelero de Quintana Roo al presidente Andrés Manuel López Obrador a través de una misiva, en la que advierte que en caso de no solucionar una serie de males por los que atraviesa el Caribe Mexicano, se pone en riesgo la sustentabilidad, el orden y hasta la continuidad de las ciudades turísticas locales.

Fechada el 27 de marzo, esta carta fue enviada al mandatario en pleno Tianguis Turístico de México, lo que nos permite suponer que los hoteleros pretendían entregarla en la mano del mandatario; sin embargo, el presidente desdeñó el evento más importante a nivel nacional de uno de los sectores que mayor riqueza y empleo genera al país: El turismo.

En la misiva, los directivos de las asociaciones hoteleras del estado turístico por excelencia de México piden la pronta intervención del jefe del Ejecutivo Federal en áreas como el Instituto Nacional de Migración (hoy tan vilipendiado por el incendio en sus instalaciones de Ciudad Juárez).

El personal de esta dependencia –cabe decir- se ha dedicado a afectar al turismo, al prohibir la entrada al país a visitantes de diversas nacionalidades y a la vez, darles un trato indigno (como se ha mostrado en múltiples ocasiones, a través de videos, fotos y reportajes).

Horas antes de la instalación del Consejo Hotelero del Caribe Mexicano, allá en la capital del país, los representantes hoteleros reconocen las obras realizadas por la Federación en Cancún, pero advirtieron que éstas de poco servirán si en el mediano plazo no son resueltos una serie de males que registra la entidad en materia turística.

Advirtieron al presidente que la afectación sería mayor de no solucionar otros problemas como y primero se centraron en el Aeropuerto de Cancún, concretamente en aduanas y la transportación clandestina, lo que involucra, indicaron, corrupción, prepotencia y tráfico de influencias.

Este llamado de auxilio incluyó también la urgente necesidad de resolver el tema del sargazo (con el que el gobierno federal se ha tapado los ojos), la falta de promoción institucional de México, ordenada por el mismo presidente para obtener más recursos, y otros males que ponen en riesgo la sustentabilidad, orden y continuidad en las ciudades turísticas.

Por ello enviaron al presidente un documento titulado “Asuntos de carácter federal que afectan al turismo” lo que, apuntaron, inhibe la competitividad, por lo que solicitaron poner en marcha un plan que involucre a las secretarías de estado dando la importancia que esto reviste.

El documento es firmado por los presidentes de asociaciones de hoteles de destinos como Cozumel, Tulum, Chetumal, Bacalar, Felipe Carrillo Puerto, Puerto Morelos, Cancún, Isla Mujeres, Riviera Maya, así como organismos como Acluvac y Amatur.

Como es sabido, en la actualidad, el gobierno federal realiza obras de reencarpetamiento en el bulevar Colosio (entrada a Cancún de la Riviera Maya y el Aeropuerto), así como un puente que conecta la ciudad con la zona hotelera y que pasará encima de la laguna Nichupté.

En conclusión, los hoteleros, como principales afectados, señalaron al presidente que si bien las obras de su gobierno brindan un realce y benefician a todos los destinos turísticos del estado, éstas de poco servirán si no se atiende de manera urgente estos problemas que, aseguraron, inhiben la actividad turística.

Afirmaron que el daño se vería en el mediano plazo.

Y eso que no se refirieron a la inseguridad. Quizá ese tema merezca un llamado aparte.