Locos egregios
Es una extraordinaria colección de biografías de personajes destacados y famosos, acompañada de un análisis de sus historias psiquiátricas.
Hace algunas semanas mi vecina sabatina de página en MILENIO NOVEDADES, Dolores Almazán, a quien no tengo el gusto de conocer, pero sí el placer de leer, comentó uno de los libros que leí hace algunos años, “Locos egregios”, cuyo autor es un prominente psiquiatra, de quien tuve conocimiento por su libro de texto “Introducción a la psiquiatría” cuando yo era estudiante de Medicina y cuya obra literaria lo coloca como uno de los más importantes médicos-escritores de España.
Juan Antonio Vallejo Nágera Botas (Oviedo 1926-Madrid 1990), hijo de Antonio Vallejo Nájera Lobón, psiquiatra, cuestionado por su simpatía hacia los nazis, como estudiante de Medicina recibió numerosos reconocimientos y sus destacados puestos laborales y académicos los obtuvo por concurso de oposición; fue además de médico-escritor, un gran humanista, practicó la pintura en la corriente naif, elocuente orador y filántropo. La ganancia de sus libros la donaba a instituciones altruistas. Era poseedor de una vasta cultura, autodefiniéndose como un hombre del renacimiento.
Su obra literaria es amplia, supo alternar perfectamente su actividad médica y docente con la de escritor ameno; hace suya la máxima latina de “utile et dulci” esto es, enseñar entretenidamente. Fue merecedor del premio Planeta en l985 por su libro: “Yo, el Rey”.
Su libro “Locos egregios” es una extraordinaria colección de biografías de personajes destacados y famosos, acompañada de un análisis de sus historias clínicas psiquiátricas, que explicarían sus controvertidas conductas, como: Maquiavelo, Hitler, Van Gogh, Schumann, entre otros. Su padre escribió también un libro con el mismo nombre.
Posteriormente escribe “Concierto para instrumentos desafinados” que es un conjunto de relatos de sus pacientes en un hospital psiquiátrico, quienes dejaron profunda huella en su vida; pacientes que ya tenían algunos años de fallecidos para no incomodarlos al contar sus historias, entre los que destaca la de Hilario, enfermo catatónico que, al dársele de alta y no regresar a su cita, envía una disculpa escrita con el “ritmo melódico de una sonata barroca”, sin tener ninguna preparación escolar. Refiere que estos pacientes tienen “parentesco” con los “Locos egregios”.
En 1974, deja su práctica docente para dedicarse exclusivamente a la de escritor. Su obra es amplia: “Mishima o el placer de morir”, “Perfiles humanos”, “ Ulcera duodenal en los personajes de la historia”, “Conócete a ti mismo”, “ Vallejo y yo”, “Aprender a hablar en público”, “Yo, el intruso”, entre otras, además de numerosos artículos periodísticos; con José Luis Olaizola, escribe su autobiografía y su experiencia ante la muerte en “La puerta de la esperanza.”
J.A. Vallejo Nágera, junto a Santiago Ramón y Cajal, Pio Baroja, Gregorio Marañón y Pedro Lain Entralgo, representa a los médicos-escritores españoles más destacados e influyentes del siglo XX.