¡Declara fiscal guerra a periodistas!

Quince años después de haberse desempeñado como subprocurador de Justicia del Quintana Roo

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Quince años después de haberse desempeñado como subprocurador de Justicia del Quintana Roo, el ahora Fiscal General, Miguel Ángel Pech Cen, volvió a convertirse en uno de los principales personajes de la prensa cotidiana, tras advertir -no podríamos llamarle de otro modo- que procedería legalmente contra los periodistas que difamaran en torno a su labor.

El anuncio-amenaza del funcionario, aparentemente como válvula de escape a los permanentes señalamientos en su contra por aquel oscuro episodio de la fuga del pederasta Jean Succar Kuri durante su primer periodo en la Procuraduría -sobre lo que hasta hoy no ha querido referirse-, sacudió las hasta entonces tranquilas vacaciones de Semana Santa de los medios de comunicación.

Coordinador de las escuelas de Derecho y Criminología y Criminalística en Universidad La Salle Cancún (2008), Pech Cen puso en evidencia a su jefe directo, el gobernador Carlos Joaquín González, quien, poco antes de rendir protesta como Jefe del Ejecutivo el 25 de septiembre, dio por terminado un periodo “de censura y control de los medios”, y se comprometió a restablecer una sana convivencia con los comunicadores, con absoluto respeto a la libertad de expresión.

En efecto, previo a jurar guardar y cumplir la Constitución como octavo gobernador de Quintana Roo, el mandatario garantizó esa mañana libertad de expresión y transparencia durante su gestión: “La relación con los medios será de libertad total, no habrá opacidad; bienvenidas las críticas constructivas”, aseveró.

En este sentido, manifestó que “abrirá los micrófonos a lo que ocurra y pase en su gobierno”, a fin de que todos los quintanarroenses tengan un mejor conocimiento del Estado. Bienvenida la crítica constructiva que nos permita crecer y salir adelante, puntualizaría.

Menos de 7 meses después, convertido en “oveja negra”, Pech Cen, cuyas principales cualidades no son precisamente el diálogo o el acercamiento con los medios, prefiere poner en claro la autonomía de esa dependencia que, pese a ser una de las más cuestionadas durante el controvertido “gobierno” de Roberto Borge, por lo menos nunca estuvo tan “divorciada” de la prensa, o bien demostró conocer mejor sobre el término de diplomacia.

Hombre de leyes graduado en la Universidad Autónoma de Campeche, y cuyo currículum incluye haber fungido como juez penal de primera instancia en Cancún (1989-94), entre otros, por lo menos pudo guardar las formas como subprocurador durante el sexenio del priísta Joaquín Hendricks Díaz, quien todo hace suponer que supo meterlo en cintura, inclusive durante la avalancha de críticas tras la “misteriosa” fuga de Succar Kuri.

Precisamente, la gota que derramó el vaso en torno al “divorcio” prensa-Pech Cen fue un extenso reportaje que, titulado “Negro pasado del Fiscal Miguel Ángel Pech”, publicó el periódico Novedades de Quintana Roo el 17 de abril último, precisamente sobre el tema del pederasta, y levantó ámpula en los medios políticos locales.

http://sipse.com/novedades/jean-succar-kuri-miguel-angel-pech-cen-fiscal-general-gobierno-quintana-roo-cancun-250452.html

Contra lo ocurrido en aquel sexenio, y dígase lo que se diga, Carlos Joaquín NO ha logrado apaciguar ni hacer entrar en razón al colaborador que, por su parte, ignora o prefiere ignorar que la crítica sea precisamente uno de los costos de la “membresía” de ser funcionario público, donde, con todo, resultan mayores los privilegios.

Irónicamente, las amenazas de Pech Cen surgen en el momento en que, aunque de manera infructuosa, en otros niveles -y otros gobiernos- se intenta instrumentar cada vez mayores mecanismos de protección para los periodistas, no sólo para salvaguardar sus derechos humanos, sino también para el propio desarrollo de sus actividades.

Irónicamente también, se dan en el marco del reciente nombramiento del playense Felipe Ornelas Piñón como primer titular de la Coordinación General de Comunicación del Gobierno del Estado y, responsable, al menos en teoría, no sólo de la difusión de las actividades, sino también del manejo de la imagen de Carlos Joaquín ante la población, vía, desde luego, medios de comunicación.

¿Escapa el Fiscal General del control de esa nueva Coordinación, que habría surgido ante el aparente fracaso de Haydeé Serrano Soto al frente de la ex Unidad del Vocero? ¿Escapa del control de su propio jefe Carlos Joaquín? Nadie lo sabe.

La verdad es que no le vemos ni pies ni cabeza al tema, pero lo cierto es que ni el supuesto “apagafuego” Felipe Ornelas ni el propio Carlos Joaquín se han encargado de desmentir o confirmar las advertencias de Pech Cen, a quien habría que recordarle como Abogado, que el estado de Derecho que parece querer aplicarles a los reporteros también implica la obligación del Estado en cumplir sus obligaciones.

En este sentido, en nada le ha apoyado su jefa de prensa, Luvia Rejón Hernández, en el sentido de informar de sus actividades pese a que la Fiscalía ejerce recursos públicos para el ejercicio de éstas, pero, al parecer, amparados en un “sigilo” que ya resulta un verdadero lujo, tal y como se ha convertido la tan socorrida “disculpa pública” para justificar incapacidad e impunidad oficial, aunque ya hablaremos del caso de Quintana Roo.

Lo único que nos obliga a pensar Pech Cen es que pretende dar la imagen de “Fiscal de hierro”, que suena bonito, pero que, al menos en la novela de TV Azteca, se refería a una mujer dispuesta a luchar hasta encontrar justicia y esclarecer el asesinato de su padre.

No cabe duda de que Felipe Ornelas tendrá ante él el reto de confirmar las promesas de Carlos Joaquín en aquél no muy lejano 25 de septiembre, así como de poner en su lugar a quien, guardadas las proporciones, debiera tender puentes en lugar de construir murallas, ya que su postura obliga a preguntarse si es mejor malo por conocido, que bueno por conocer.

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