El nuevo aeropuerto y la separación de poderes
La construcción del aeropuerto de Santa Lucía, eslogan de campaña y capricho de Rioboo...
La construcción del aeropuerto de Santa Lucía, eslogan de campaña y capricho de Rioboo y Jiménez Espriú está suspendido por varios amparos interpuestos ante la lo irracional y absurdo del plan. La falta de juicio de los que tomaron la decisión de cancelar la construcción del aeropuerto de Texcoco e impulsar el de Santa Lucía, disfrazada de consulta no dio para más.
Tarde o temprano la razón se está imponiendo y el imperio de la ley en el que un juez debe quedar convencido de que se trata de algo estudiado y factible han dado al traste con los caprichos de un Secretario de Transporte y de la maña de un empresario ardido. El verdadero mensaje de este triunfo (al menos temporal) de la racionalidad y la cordura es que aún tenemos país con sistema liberal. La separación de poderes donde un juez de distrito puede bloquear de un plumazo una decisión arbitraria de este nuevo porfirismo del siglo 21 es una muestra de que no todo está perdido.
No nos engañemos, el Aeropuerto de Texcoco no era un plan perfecto y se estaba llevando a cabo en medio de varias irregularidades. Sin embargo, la solución nunca debió haber sido cancelar la única solución viable a largo plazo de la saturación del actual aeropuerto. Una verdadera intervención y auditoría de la obra pudo haber sido la solución idónea; sin embargo, se impuso la tozudez y el despotismo.
A la larga al costo de la alternativa de Santa Lucía tuvo que adicionarse las compensaciones por las cancelaciones de Texcoco lo que convirtió al plan en financieramente inviable. Todo lo anterior sin mencionar el hecho que la opción de Santa Lucía no ofrecía una factibilidad de más de 50 años como la de Texcoco.
El Gobierno Federal tiene dos alternativas: o deja correr la bola de nieve y se “obliga” a ser razonable en este asunto o se enfrenta al poder judicial dejando en claro que uno de los tesoros más preciados que tenemos: la separación de poderes, es sólo un estorbo para ellos. En este tema o salen ilesos con sus seguidores culpando a la ley del fin de su plan divino o quedan como unos caprichosos despótico. Ya sabemos la deriva que lleva el amargado Don Espriú con estos asuntos donde quedaría además como el impulsor de un plan ridículo y caro. De ésta no va a salir bien librado.
Ojalá sea sólo este asunto el único plan faraónico del Gobierno Federal en desmoronarse pues ya estamos viéndonos como niños con cuenta de banco ante las calificadoras internacionales y a este ritmo los bonos del gobierno quedarán como basura en dos años.
Ya el crecimiento económico por estos y otros temas se está yendo al piso (nada del 4% tan prometido por el eterno candidato) y siguen las mañaneras y las propuestas de varita mágica para solucionar todo. Y tenemos ahora que otorgar recursos a planes de desarrollo en Centroamérica por los acuerdos migratorios con EEUU. No veo la transformación aún… o sí pero en otra cosa que no es bueno.