“Make America great again”, traducido al español: que América vuelva a ser grande. ¿Le suena este eslogan? Es el que usó en campaña Donald Trump, lo leíamos en la gorra que usaba en sus mítines.

Su retórica dura normalizó el racismo, movilizó ideologías extremas y el miedo entre la población. Hoy como presidente electo de Estados Unidos sigue recibiendo mensajes de apoyo de grupos como el Ku Klux Klan, y todo parece indicar que la historia apenas empieza. 

El especialista en temas raciales Donathan Brown, de Ithaca College, menciona que siempre ha existido un espacio para los mensajes supremacistas en las campañas electorales. Estos mensajes eran radicales o marginales y desde unos años para acá, con el surgimiento de grupos patriotas desde 2011, era cuestión de tiempo que se normalizaran.

Del otro lado del océano Atlántico, cada 20 de noviembre en Madrid se reúnen algunos españoles para conmemorar la muerte de Francisco Franco, el dictador que gobernó España con puño y hierro entre 1939 y 1975.

Este año no fue la excepción, para conmemorar su muerte se dieron cita un grupo de personas convocadas por grupos de extrema derecha como Fuerza Nueva, el Movimiento Católico Español, la Falange y Democracia Nacional. 

Cuando leí esta noticia busqué el video de la manifestación. En él se aprecian personas de todas las edades con el brazo derecho en alto, característico del saludo fascista. Recuerdan al dictador entre discursos, cánticos y vivas: “España cristiana, no musulmana” y “¡Viva Cristo Rey!”.También se ven decenas de banderas españolas, y algún cartel con la leyenda: “Make España Great Again”.

La represión franquista atemorizaba a la población española que no comulgaba con el régimen. Los historiadores cifran en aproximadamente 150 mil muertos y unos 30 mil niños apartados forzosamente de sus familias, como medida de “higiene” ideológica. Y al menos otros 6 mil casos documentados por las asociaciones de bebés robados. 

La sombra de Franco sigue presente. Hoy hay miles de familiares que reclaman los cuerpos de sus seres queridos que fueron arrojados a las fosas comunes. 

¿Qué significará para estas personas que España vuelva a ser grande? ¿Qué podemos esperar de esta multitud que aún preserva los valores de la dictadura? En España, las heridas de la guerra siguen abiertas. En América, el Ku Klux Klan convoca a marchas para celebrar el triunfo de Trump. No sé cuándo vamos a entender, seguimos instalados en el pasado y en la estupidez.