Esta semana la presidenta de Puerto Morelos, Laura Fernández Piña, habló sobre el modelo de Guardia Nacional en la audiencia pública organizada por la Cámara de Diputados, en representación de la Conferencia Nacional de Municipios de México (Conamm).

Se trata de una distinción especial al municipio -y a Quintana Roo en general- por tratarse de la más joven demarcación en el país exponiendo en torno a uno de los temas del momento. Y lo hizo bien. En su disertación, planteó 11 consideraciones, que en su mayoría son respaldadas por los otros dos mil 461 integrantes.

Entre las más destacadas figuran: el respeto al actual modelo constitucional y político; la preservación del régimen federalista, y la construcción de un consenso sobre las responsabilidades, el reparto de recursos y la visión integral del fenómeno.

Los municipios convocan a no militarizar la seguridad pública, sino a propiciar el apoyo de las fuerzas armadas en las tareas en una etapa y en un entorno acotado. En tal sentido, debieran ser las policías federal, estatal y municipal las que profundicen el proceso de profesionalización.

Desde la perspectiva municipal, no se puede comulgar con una estrategia centralizadora que otorgue todas las competencias, los recursos y los instrumentos a un cuerpo militarizado.

Tampoco se está de acuerdo en la reducción de los fondos para seguridad durante los últimos lustros en el Presupuesto de Egresos de la Federación, como los del Subsemun, primero, y los del Fortaseg, ahora.

Los legisladores que aprueben los cambios constitucionales tendrán en sus manos el diseño de una cuarta institución con capacidad para el uso de la fuerza. Las autoridades municipales deben ser protagonistas de una política nacional que combata la violencia y resuelva la propagación de la delincuencia, pero que sea perdurable y en la cual todos asuman un compromiso y una función central, sin visiones centralistas ni exclusiones de ninguna naturaleza.

El acuerdo principal es que a nivel local debe alentarse un modelo de seguridad ciudadana propuesto por la Federación, pero que anteponga el fortalecimiento de las estrategias sociales a través de programas que prioricen la calidad de vida en sus habitantes.

Por todo ello es vital contribuir al diálogo y a la construcción de soluciones de fondo en esta fase, más en los escenarios habilitados para la temática, donde Puerto Morelos ya empezó con el pie derecho.