Me extraña que siendo araña...

El sistema de atención a denuncias ciudadanas de servicios públicos es muy eficiente y así es difícil que la gente tenga la percepción de que el alcalde no trabaja o que es malo.

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Honor a quien honor merece: hace como un mes reporté a Ayuntatel, por internet, una luminaria apagada que estaba por mi casa. Para mi sorpresa, fueron ese mismo día a arreglarla. Incrédula como soy, volví a hacer uso de la herramienta para reportar otra luminaria y un camellón que necesitaba una limpieza. Al día siguiente quedó listo el asunto. 

La verdad es que el sistema de atención a denuncias ciudadanas de servicios públicos es muy eficiente y así es difícil que la gente tenga la percepción de que el alcalde no trabaja o que es malo. Y ese es un mensaje directo para la oposición: su estrategia no está funcionando. A Mauricio Vila se le ve bien, simpático, conciliador, amigo del gobernador, amigo de los empresarios y guapo. 

Hace unos días salió la nota de que los regidores priistas votaron en contra del subsidio de 4.2 millones de pesos para el Carnaval. 

Confieso que cuando la leí pensé que por fin habían encontrado un tema sensible para la población al que podrían sacar provecho. Hoy, varios días después, me doy cuenta que no fue así. Hay algo muy sencillo que no se debe perder de vista: hablarle a la gente de cantidades de dinero nunca va a pegar. Decirle que se gastaron cinco mil millones de pesos en algo no significa nada, porque la ciudadanía común no está acostumbrada a manejar cantidades de dinero más allá del sueldo que percibe. Porque cuando uno sobrevive con un sueldo de ocho mil pesos al mes, en la mayoría de los casos es menos, uno se preocupa más por cómo hacer rendir el gasto para mantener a la familia.

Es más, hablando del Carnaval, a la gente lo que le importa es que lo hagan, porque lo espera con ansia todo el año. Incluso si alguien quisiera, que no creo porque en estos lugares no existe la guerra sucia, podría decir que el PRI está atentando contra una de las tradiciones más arraigadas de los meridanos. Hablar de cantidades no funciona, uno nunca sabe si es mucho o poco, si alcanza o no. 

Y, como dicen por ahí, me extraña que siendo arañas no sepan tejer la telaraña (sin alusiones personales). El PRI es un partido, digamos, con tradición, que se las sabe de todas todas. ¿Por qué andan tan dispersos?, ¿por qué no han logrado unirse como oposición? Ya no hablemos de unirse con los demás partidos, sino entre ellos. Cada regidor trae su agenda y de todas no se hace una. 

Lo cierto es que en política nunca se debe perder de vista el objetivo, que es conseguir votos. Ya sea para ellos mismos, para el padrino o para su partido. Todos están para trabajar para la gente y ese buen o mal trabajo a fin de cuentas se traduce en votos. Les falta visión y compromiso institucional. 

El 2018 no se ve fácil para nadie, hay muchos competidores y no hay nada para nadie todavía. Si no se ponen las pilas, van a terminar con malos resultados.

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