Golpe de Mazo
Julián Ricalde Magaña, resucitó el tema del conflicto limítrofe con Campeche que está atorado.
Arrebatando el mandado a sus rivales del sur, el candidato de segunda fórmula al Senado de la coalición PAN-PRD-MC, Julián Ricalde Magaña, resucitó el tema del conflicto limítrofe con Campeche que está atorado desde hace años en un laberinto político para incorporarlo a sus propuestas, afirmando que si el voto lo favorece desempolvará el expediente para defender el territorio estatal.
La promesa de campaña del perredista cancunense tomó por sorpresa a sus competidores, ya que el golpe lanzado apenas empezando la tercera semana de campaña cimbró principalmente a los representantes del sur que no han dicho ni pío sobre el asunto, incluyendo a su compañera de fórmula, la panista Mayuli Martínez Simón.
Porque para los tres chetumaleños que contienden por un escaño en el Senado, José Luis Pech Várguez (Morena), Raymundo King de la Rosa (PRI) y Mayuli Martínez, el añejo lío limítrofe no se encuentra entre sus prioridades, o al menos así lo han dejado sentir al no considerar el asunto dentro de sus propuestas principales.
El gancho al hígado de Ricalde le pega frontalmente al priista Raymundo King, quien está saliendo de presidir la comisión de asuntos limítrofes en el Congreso local sin mucho que presumir, razón por la que prudentemente no se ha subido al ring en este conflicto.
También sacude –aunque en menor medida– a las candidatas de la zona norte Marybel Villegas Canché (Morena) y Susana Hurtado Vallejo (PRI), quienes ni siquiera tenían en el radar este complejo tema que por tradición ha sido un conflicto del sur, aunque involucre a todos los quintanarroenses.
Pero también exhibe el nulo trabajo de los senadores quintanarroenses actuales, entre ellos su “archirival” Félix González Canto y la ex perredista Luz María Beristain Navarrete, que en seis años no movieron un dedo para sacar del limbo el expediente jurídico activado por el gobernador chetumaleño Mario Villanueva Madrid a principios de 1997 para defender una superficie de 4 mil 800 kilómetros cuadrados invadidos por Campeche.
El madruguete de Ricalde Magaña puede hacerle ganar importantes bonos electorales en la región sur y centro de la entidad donde de manera premeditada ha centrado buena parte de su campaña con buena aceptación, en una estrategia tan necesaria como urgente, ya que compite en desventaja al ocupar la segunda posición de la fórmula en la coalición oficialista, dejando claro que no ha tirado la toalla en la contienda tan complicada para él, a tal grado que muchos lo dan por muerto en esta pelea estelar.