Las redes sociales de hoy en día tienen el poder de crear nuevas realidades, que si bien son virtuales, también son suficientemente cautivadoras para traspasar el mundo digital.

 

Se dice que una mentira repetida mil veces “se hace” realidad, fórmula sencilla que bien se aplica con las #fakenews y la postverdad, tan ampliamente empleadas durante la campaña para moldear a los votantes, y que hoy siguen en uso para propagar, crear y programar la mente colectiva que así convenga al líder en turno.

 

Desde el 1 de diciembre, en redes sociales se tiene una mezcla de ideas y divergencias respecto al nuevo gobierno. Agoreros de las bondades e infortunios se lucen en tweets sobre las acciones del presidente @lopezobrador_ quien a su vez repite con fervor los discursos cual si siguiera en campaña, hecho que dicho sea de paso, se repite en las cuentas oficiales del Gobierno Federal.

 

Al principio, uno puede pensar que se trata de novatos, del “ánimo” desmedido de los nuevos administradores de la imagen digital del presidente y sus allegados, sin embargo, la así llamada #CuartaTransformación parece tener un objetivo más “maquiavélico” en mente: literalmente trasformar la realidad.

 

Pongamos un ejemplo. La residencia oficial de Los Pinos está en boca y tweets de todo el país por su “apertura” a la sociedad mexicana. Diarios, noticieros, influencers y demás loan a más no poder el acceso del “pueblo bueno” a la otrora fortaleza de los presidentes convertida en escenario ideal, y al parecer el único, en el que la Secretaría de Cultura se desvive por publicitar y hasta donde incluso llevaron “Roma”, para el disfrute de la gente.

 

¿Por qué la secretaría sólo se enfoca en hacer alarde de Los Pinos? ¿Por una promesa de campaña o porque ayuda a la imagen? Durante los primeros días, sacar a la luz “el lujo” de la residencia generó encono hacia las pasadas administraciones federales y alabanzas a la actual por “acabar con los privilegios”, y ahora las películas, conciertos y “tours”, busca que los ciudadanos se crean a pie juntillas que hay una nueva realidad en el país.

 

En las redes sociales, las conferencias mañaneras del presidente se publicitan como el Evangelio del día. Los ejércitos de usuarios pagados y bots cazan a los críticos e inundan el timeline con alabanzas para imponer su realidad al mundo digital, y despotricar contra aquellas que no se ajustan a lo que el nuevo gobierno considera correctas.

 

Los ataques y tendencias a partir de la muerte de la gobernadora de Puebla, Martha Érika Alonso y su esposo, el senador Rafael Moreno Valle, demuestran el nivel de polarización que ha creado el @GobiernoMX, junto con el presidente y su partido, que cansados de las críticas, no tardaron en llamar “neofascistas” a los usuarios de redes sociales que (torpemente) acusaban “crimen de estado”… pero resulta curioso que el mismo @lopezobrador_ ahora se queje de lo mismo que él y sus seguidores, realizaron durante los sexenios de @FelipeCalderon y @EPN.

 

Evidentemente, al presidente AMLO ya no le parecen benditas las redes sociales, justo en los días en los que los usuarios dejaron de alabarlo, o por lo menos, de propagar su confusa y dictatorial idea de la realidad.