El Partido Revolucionario Institucional (PRI), se deshace en el país, no necesitan que los rivales les metan el pie, solitos se exhiben, acusan de traiciones, renuncian y se ponen de a pechito para que Morena y aliados los arrasen en las próximas elecciones del 2024.

Es decir, en ese partido, y aquellos que se desprenden, se hacen el harakiri (ritual que consiste en abrirse el vientre) porque divididos no representan, insisto, peligro alguno para los partidos que conforman la 4T.

Los dimes y diretes, que en un primer momento parecían una estrategia mediática para llamar la atención, ha rebasado límites, pues son más de 250 militantes, y 4 senadores, los que han abandonado las filas de ese partido para crean el frente denominado “Congruencia por México”.

En resumen, en el tricolor la sangría interna está a todo lo que da, de todos contra todos en una lucha por los retazos de una sigla más que desgastadas, mientras que otros se lanzan al vacío sin red, ya que un nuevo frente a menos de un año de las elecciones, no les representa garantía alguna de permanencia.

Mientras tanto sus aliados, entiéndase el Partido Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democráticas (PRD) poco podrán hacer, porque no tienen con qué, para evitar ser arrastrados en esa bola de lodo que envuelve a ese organismo político al que ven como aliado natural en las próximas elecciones.

Y es que el PAN y PRD no tienen mucho con que contender en el proceso electoral, ya que si bien hay uno que otro cuadro con posicionamiento nacional, en urnas no representan nada porque se han mantenido alejados de los electores, de los que votan y definen elecciones.

Para su mala suerte, enfrente tienen a un Morena y aliados que, si bien hay luchas internas porque todos quieren ser candidatos, mantiene una gran aceptación electoral derivada de los programas sociales que dan atención directa a los que menos tienen.

Un ejemplo es el posicionamiento en el sureste del país, donde la próxima entrada en operaciones del Tren Maya, obra emblemática del presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, los elevará, aún más, en las preferencias de los votantes.

Así el panorama para la oposición a la 4T que, al paso que van, las elecciones del 2024 serían las últimas que verán como partido. Hasta la próxima.