Proyectos cancelados

Inicialmente se sabe que serán sacrificadas obras importantes de Pemex, CFE y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.

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La cancelación de dos de los tres proyectos emblemáticos programados para este sexenio es, sin duda, un duro golpe para el proyecto de nación que impulsa el presidente Enrique Peña Nieto.

Se trata del tren rápido México-Querétaro, que tendría una inversión de 50 mil millones de pesos, y el tren Transpeninsular, que conectaría a Yucatán con Quintana Roo. En este último caso la inversión prevista era de 16 mil millones de pesos.

Esta decisión tiene su origen en el recorte de 124 mil millones de pesos al presupuesto y está sustentada en dos hechos incontrovertibles: la caída del precio del petróleo y la situación de volatilidad mundial.

Sin embargo, en términos políticos representa un tropiezo mayúsculo para la administración que encabeza el presidente Peña Nieto.

Por ahora el único proyecto estrella que sigue vivo es el nuevo aeropuerto internacional de la Ciudad de México, cuya inversión será de 170 mil millones de pesos, aunque tampoco ahí las cosas están bien, luego de que ICA decidiera salirse del grupo de empresas que se haría cargo de la megaobra.

Sin embargo, tampoco hay que hacer tanto drama. Hay que recordar que Vicente Fox se estrenó como presidente con un crecimiento de cero por ciento, mientras Felipe Calderón enfrentó una situación similar.

Inicialmente se sabe que serán sacrificadas obras importantes de Pemex, CFE y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, aunque por el momento no están decididas.

Por otra parte, es importante recordar que este es un año electoral, pero más interesante aún es proyectar si este tropiezo del gobierno federal se traducirá en un castigo en las urnas.

Se podría pensar que no, debido a que se trata de un fenómeno global (la caída del precio del petróleo y la volatilidad), en el que no tiene injerencia el gobierno mexicano, pero a veces la opinión de los electores es un tanto impredecible.

El gobierno del presidente Peña Nieto transitó en sus primeros dos años por caminos de algodón, pero ahora tendrá que enfrentar su primer reto económico de verdad (el primero fue político: Ayotzinapa). En los próximos meses mediremos la capacidad de reacción que tiene su gobierno y sabremos si eso alcanza para sacar al país del bache.

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