Primer viernes del año y la necesaria visita de la Regina para que ayude con la limpieza de la casa después de las fiestas. Ni la época, ni los excesos en la comida modifican un ápice su escultural cuerpo. 

“Regina, ¿a tu casa o a la mia cuando salgas?”, le preguntó el vecino. “A ambas don Carlos. Usted a la suya y yo a la mía”. “¿Por qué, Regina?”. “Pues me caen mal las personas feas con actitud de guapas”. Nada pudo decir el vecino. 

“Feliz año, Regina”. “Gracias, Don. Esperemos que lo sea, porque con la crisis, uno nunca sabe”. “Lo sé Regina. Esta crisis está siendo mucho peor que un divorcio. Tengo la mitad del dinero que solía tener y sigo casado”. “Sale más barato comprar un coche que llenar un tanque. Imagínese Don, el Ayuntamiento está rifando un coche entre los que paguen el predial a tiempo y nadie ha ido a pagar el predial por miedo a ganárselo”. “Exageras, Regina”. 

“Es más, dicen que con la gasolina tan cara, veremos algo nunca antes visto en Mérida”. “¿Ah, sí? ¿Qué?”. “Gente del norte de la ciudad subiéndose a camiones y caminando por las calles. ¿Lo puede creer?” “Pues sí. Leí ayer que la película de Mad Max con Mel Gibson, donde se matan todos por la gasolina, se basó en el futuro, en el México del 2017”. “Pues no la vi, Don, pero en la misa de ayer, el padre dijo que el presidente Enrique Peña Nieto está invitando a todos sus actos públicos a la comunidad menonita”. “¿De verdad? ¿Y por qué?”. “Pues son los únicos que no están encabronados por el precio de la gasolina, el gas y la luz”. “Pues espérate a que suban los overoles”.