Too late jóvenes

Llenos de frustración, queja y fervor, los jóvenes, incluidos los que no votaron, están saliendo a las calles para pedir al gobierno no salir de la UE. Ahora sí.

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El 75% de los jóvenes británicos de entre 18 y 24 años quería quedarse en Europa, contra el 61% de los mayores que votaron salir de la Unión. El 56% de los votantes entre los 25 y los 49 años también estaban en contra del Brexit.

Esta tendencia indigna a los jóvenes, consideran injusto que aquellos que vivieron el esquema de la Unión Europea durante 43 años no le den ahora la misma oportunidad a la generación que viene detrás. 

Aunque no existen datos precisos de participación ni resultados electorales por edades, la última encuesta que se realizó el mismo día de la votación por YouGov.uk revela que muchos jóvenes británicos no fueron a votar. Eran ellos quienes querían permanecer, pero dejaron a los viejos decidir el futuro. 

Por lo general, son los chavos los  más activos para el debate, sobre todo en las redes sociales. Durante los meses anteriores al referéndum circularon toda clase de contenidos en las redes sociales, algunos de ellos muy cómicos.

En el mundo digital podemos manifestarnos, quejarnos, expresar consternación, enojo, marcar posturas. Podemos consumir toda clase de contenidos políticos o sociales. Sin embargo, los esfuerzos digitales quedan insuficientes si el día de la votación no se acude a manifestar la opinión.  

Tan incongruente como ser una persona que reza diario, asiste puntual a la iglesia y se dice muy devota, y sin embargo se presta a la corrupción y es mal intencionada. 

Lo que se hace y se dice en redes sociales puede dar un panorama de lo que será el resultado final; pero jamás va a sustituir lo que representa voto en la urna. 

Nuevamente se confirma la idea de que los likes y retweets no se convierten necesariamente en votos.  

Llenos de frustración, queja y fervor, los jóvenes, incluidos los que no votaron, están saliendo a las calles para pedir al gobierno no salir de la UE. Ahora sí. 

Parece que  el debatir en redes y votar es una brecha que aún no se ha sabido cruzar. Para muestra un botón.

Mientras se siguen estudiando las posibles causas de la baja participación juvenil, entre ellas que la complejidad del sistema de registro de votantes ha hecho que más de un millón de personas no participaran en el referéndum. O que la fecha no ha considerado las vacaciones de verano de los universitarios; lo que nuevamente queda claro es que sin participación no hay cambio. El Brexit nos deja lecciones a todos.

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