El turismo social no es una actividad asistencial; por el contrario, es un segmento que poco se ha explotado y que podría representar a miles de turistas locales -la población económicamente activa-, del millón 955 mil 577 habitantes que hay en el Estado, hacia los diversos destinos turísticos de la entidad. 

La oferta de atractivos es muy amplia y promete aventuras en segmentos como el ecoturismo, turismo arqueológico, colonial, de observación de aves, gastronómico, entre otras.

La iniciativa emprendida por el diputado y dirigente sindical de la CROC, Pedro Oxté Conrado, y avalada por el secretario de Fomento Turístico, Saúl Ancona Salazar, sustenta el argumento del turismo como eje del desarrollo económico.

Vale la pena señalar que en la CROC están representados 30 mil trabajadores y si hablamos de un promedio de cuatro integrantes por familia nos referimos a 120 mil paseantes.

Si el dirigente de la CTM, Mario Tránsito Chan, se suma al esquema del turismo social, hablaremos de otros 25 mil trabajadores más, que multiplicados por cuatro nos daría cien mil posibles turistas yucatecos.

En este esquema teórico, hablamos de un universo de 220 mil posibles turistas, cifra nada despreciable para comenzar a detonar la economía local y el consumo interno, ¿no cree usted?.