Una reacción que ya no prende
La reacción era de esperarse. Muchos se tronaban los dedos aguardando “La Mañanera, para ver ahora con qué...
La reacción era de esperarse. Muchos se tronaban los dedos aguardando “La Mañanera, para ver ahora con qué sale el presidente…” Y con lo que salió fue “pan con lo mismo”, su discurso desgastado de siempre: “Nosotros los buenos y ellos los malos, los conservadores, los que no quieren perder sus privilegios, y bla, bla, bla…”.
Quiso minimizar, subestimar, ningunear, pues, a los millones y millones de mexicanos fastidiados, hastiados “de un régimen que pretende ser absolutista, dictatorial, antidemocrático” y que salieron a la calle por cuenta propia, convencidos de que México debe cambiar.
Se refirió únicamente a la enorme manifestación en el zócalo capitalino, lugar donde se congregaron cientos de miles de personas. Pero él y su gobierno estimaron que no llegó ni a 100 mil, y omitió que la Ciudad de México sólo fue el epicentro del reclamo: “El INE no se toca”, cuando la expresión se dio en muchísimas otras ciudades de los 32 estados. Eso no lo dijo.
“Yo lo llené 60 veces”, sostuvo muy ufano, pero se le olvida que lo llenó hace muchos años. “Y en marzo lo volveré a llenar”, anunció y habría que ver el nivel de acarreo que esa movilización tendrá, porque al parecer el presidente aprendió bien las mañas que tanto dice repudiar de un PRI arcaico, descompuesto, podrido.
Y lo mismo hicieron sus aduladores.
En el noticiario de Ciro Gómez Leyva, el telenovelero y uno de los máximos aplaudidores de AMLO, de esos que cree que todo lo que hace el presidente “está bien hecho”, Epigmenio Ibarra, se atrevió a enjuiciar la enorme movilización: “No tienen propuestas ni político que los encabece y salga a la luz como posible candidato”.
¿Qué más propuesta que el pedir a la Suprema Corte de Justicia declarar inconstitucional el Plan B que trastoca al INE y a la democracia? ¿Qué más propuesta que exigir que las reglas del juego sean las mismas con las que su sensei ganó en 2018?
¿Para qué quiere el telenovelero que aparezca una figura que encabece esta manifestación? ¿Para entonces tener un blanco en la mira? ¿Para acribillarlo desde ahora con todo el peso del estado? Eso es lo que quiere, pero México ya no se chupa el dedo señor.
López Obrador también dijo que “la mayoría de los manifestantes han participado en gobiernos anteriores y quieren retomar sus privilegios”.
¿La mayoría de los millones y millones de mexicanos que se expresaron en todo el país son miembros de gobiernos anteriores? Absurdo. Y más absurdo resulta denostar a gente que, según López Obrador, quiere retomar sus privilegios, cuando es él quien vive en un palacio, cuando a su lado tiene a quien viste prendas de diseñadores, cuando personas muy cercanas a él que viven y estudian en el extranjero como príncipes.
Lo cierto es que AMLO quiere destruir al INE por venganza, porque sigue dolido de la derrota de 2006, y en lugar de juzgar a quienes encabezaron al entonces IFE, opta por arremeter contra la institución. Entonces, bajo esa lógica, el gobierno de Peña Nieto fue pésimo, corrupto y habría que destruir la Presidencia ¿no? (mejor no digan nada, porque es capaz de proclamarse rey).
Quiere destruir al INE porque la democracia no le funciona, al contrario, le estorba, al igual que la prensa.
Sin embargo, habrá que reconocer siempre a López Obrador por ser ese parteaguas, por aniquilar a partidos como el PRI que tanto daño causaron al país, por despabilar a millones de mexicanos que hoy ven en él la estampa del presidente que no quieren.
México está despertando, y eso hay que agradecerle al presidente, aunque esto sea en su contra.
Andrés Manuel lo señaló muy atinado, “estamos en el momento más álgido”. Y así es… al fin la política será tomada por la población este 2024.