Villanueva, contra la inquina interminable

De carácter durísimo, modos lo menos parecidos a tersos y mandón a más no poder –todo lo cual parece incompatible...

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De carácter durísimo, modos lo menos parecidos a tersos y mandón a más no poder –todo lo cual parece incompatible con la amabilidad de su trato personal, la bondad de su trato hacia los deposeídos y la pobñación en general, por lo menos cuando está, como ahora, lejos de las presiones inherentes al ejercicio del poder–, Mario Villanueva Madrid está desde hace más de dos décadas viviendo un infierno de persecución sañosa, sin duda fuera de proporción con lo que muchos juzgan sus yerros y abusos. La prueba es el cariño que la gente, quienes fueran sus gobernados y su descendencia le profesan cariño y admiración.

Casi todos coincidimos en que lo que pudiera haber hecho mal ya lo pagó con creces al satisfacer la inquina de gobernantes y poderosos a quienes no permitió actuar a sus anchas para hincarle los colmillos al tesoro que se llama Quintana Roo.

Muy poco enterado de la situación del ex gobernador de caribeño Mario Villanueva Madrid –de manera por demás sorprendente, pues se trata de una figura pública y de un político relevante en el país, pero en su estado implica un máximo concernimiento, sobre todo entre la población, que lo quiere bien por abrumadora mayoría, aunque sus detractores sean poderosos y encarnizados– se notó el lunes al presidente Andrés Manuel López Obrador, pero en contrapartida otra vez no dejó duda de sus simpatías y su apoyo, que ciertamente no se ha manifestado contundente, pero está ahí, en potencia, entre los muchísimos asuntos que atiende el mandatario federal.

Una jueza, de manera pueril e inverosímil, cree saber qué es lo que conviene a la salud de Villanueva, cuya precariedad –amén de su edad relativamente avanzada– fue la razón por la que fue sometido al régimen de prisión domiciliaria, que ahora pretende retirarle María del Socorro Castillo Sánchez, titular del Juzgado Sexto de Distrito Especializado en Ejecución de Penas, con sede en la Ciudad de México.

Para justificar su decisión de reingresar al enfermo y frágil Villanueva a la cárcel de Chetumal, pinta a este Cereso como un paraíso de cuidados y atenciones médicas y asgura que el cuidado sería mejor que el que recibe en su casa, en permanente contacto con su familia.

La resolución del recurso interpuesto por Villanueva Madrid fue en contra, la jueza le negó la prisión domiciliaria a pesar de tener, como nos dijo, todos los requisitos cumplidos, incluso en exceso, pues se trata de periciales médicas que demuestran claramente que por mi estado de salud no debo estar en una cárcel, tal como lo establece la ley, pero a la jueza “le valió” y dijo que estaré mejor en el Cereso de Chetumal que en mi domicilio, así que al terminar la pandemia me deberán llevar al ahí de nuevo”.

Abundó el ingeniero: “Interpuse el recurso de apelación que me permitirá mantenerme en casa, con la esperanza de que el magistrado que deba resolver corrija el error de la juez”.

Seguimos utilizando sus palabras, expresadas en entrevista informal: “La juez dice que, para atenderme, hay mejores condiciones en el Cereso de Chetumal que en mi domicilio, lo que resulta absurdo, pues omitió todas las pruebas periciales médicas que demuestran que cumplo con todos los requisitos que dispone la ley. Resalta, entre ellas, la de la perito de la FGR, Karla Corral, quien concluye que no debo estar en el Cereso porque peligra mi vida, ya que ahí no podría ser atendido en una crisis cardiopulmonar, por ejemplo”.

Nos recordó el ex gobernante algo que ya habíamos cometado aquí varias veces: “La ley dice claramente que la juez debe basarse en dictámenes de peritos médicos y ella simplemente no los tomó en cuenta. Es absurda su decisión.

Es evidente que en nuestras visitas a lo largo de más de 20 años al reclusorio en comento no se nos mostró lo peor, pero aun lo mejor, que sí vimos: los patios arbolados, la tiendita mona como de escuela de primaria y los espacios más o menos limpios, son una fachada mediocre y deprimente para el infierno que son las áreas vedadas de celdas y confinamiento.

Creemo entonces el comentario que nos hizo Villanueva sobre el Diagnóstico de Supervisión Penitenciaria de 2021 que hizo la CNDH, (que) dice claramente que en el Cereso de Chetumal es muy deficiente la atención médica, y que falta higiene, lo mismo en los comedores que en las demás instalaciones, que hay hacinamiento, que no hay condiciones para atender a adultos mayores”, como es el caso, agravado por tantos años de haber habitado en prisiones infames, en condiciones lamentables.

Hacerle caso a la togada Castillo Sánchez significaría un acto de lesa humanidad.

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