La Asamblea General de la ONU adoptó en 2015 la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, con 17 objetivos que buscan el bienestar de las personas, y de nuestro planeta. A pesar de que los 17 objetivos no son legalmente obligatorios, la ONU confía en que los gobiernos de cada país los adopten y que desarrollen programas específicos para su cumplimiento. El objetivo 6, habla de “Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos”.

El agua limpia y accesible para todos es fundamental para nuestro planeta. El lema del Día Mundial del Agua 2018 es “Naturaleza para el Agua”, hace un llamado a pensar diferente, a buscar soluciones basadas en la naturaleza, ¿cómo es esto?

Los humedales, lagunas, bosques y selvas aportan servicios esenciales al medio ambiente, como agua limpia, protección contra inundaciones, capacidad de filtrar y regular el flujo del agua.

Sin embargo, para que los ecosistemas sigan funcionando es necesario emprender acciones como reforestar bosques, restablecer la conectividad de los sistemas acuáticos, y que la infraestructura de tratamiento del agua residual haga su trabajo, invertir en sistemas de tratamiento eficientes nunca será un gasto excesivo si queremos seguir conservando los ecosistemas saludables.

A nivel mundial, el 80% de las aguas residuales se vierten sin tratamiento en ríos, lagos y océanos (United Nations World Water Assessment Program, 2017), lo que origina riesgos para la salud de las personas y del medio ambiente. Es necesario reflexionar sobre la forma en que nos relacionamos con el agua. Los ecosistemas nos ayudan a garantizar la seguridad hídrica en las ciudades, por lo que sin ellos cualquier infraestructura para suministro o tratamiento de agua pierde sentido.

Las actividades recreativas en torno al agua generan empleo.

En Quintana Roo, la belleza de sus lagunas, cenotes y ríos subterráneos y la disponibilidad de agua para consumo son pilares fundamentales en el avance de la industria turística. El agua es el hilo conductor del desarrollo en la región, el agua como derecho humano para una población creciente que demanda agua en calidad y cantidad, pero también un adecuado saneamiento.