Ya chole de tanta burla ¿no?
¡Ya basta! amable lector. En verdad: ¡Ya chole! –como dicen en mi pueblo- con la permisión de tanto cinismo...
¡Ya basta! amable lector. En verdad: ¡Ya chole! –como dicen en mi pueblo- con la permisión de tanto cinismo, de tanta desvergüenza, de tanta impunidad, solapada ésta por millones de mexicanos que actúan de manera autómata, como embrujados o encantados por un régimen que ha basado toda su magia en la mentira.
Lo dicho ayer por el huésped de Palacio Nacional para disculpar o permitir la descarada precampaña de sus “corcholatas” no es más que una burla a los mexicanos, a usted que lee estas líneas.
En su show diario de las mañanas, este personaje descartó sanciones y que se viole la ley, por el inicio del proceso interno de Morena, ya que, dijo, se elegirá a quien encabece la coordinación de defensa de la transformación y no al precandidato presidencial… Así, así.
¿Lo que el presidente quiso decir es que las corcholatas son simples defensores de la transformación y aquel que sea el destapado será el coordinador, más no el precandidato? O bien ¿lo que AMLO dejó en claro es que para él aquí hay 130 millones de personas, a cuya mayoría le han dado cuerda como si fuera un robot entregándole un dinerito –que no lo saca de su situación económica- para que repita: “Es un honor…. Bla, bla,bla”?
López Obrador ya dejó en claro que miente, traiciona y sólo falta que le saquen sus trapitos para ver si ha robado o no, lo cual suele esclarecerse al finalizar la gestión presidencial.
Por ello, es ahora cuando la ciudadanía debe tomar conciencia y exigir que para las próximas campañas electorales se apruebe una ley que formalice las propuestas y compromisos de todos los candidatos, aclarando tiempos en los que éstos habrán de cumplirse.
Es hoy cuando se deben apretar tuercas y no permitir más mentiras como la disminución del precio de la gasolina, como un sistema de salud similar al de Dinamarca. Y esto sólo se puede lograr con la ley muy rígida que incluya la revocación del mandato, en caso de incumplir los compromisos, como lo han hecho históricamente las autoridades emanadas de Morena, PRI, PAN…
Y sobre todo acabar de tajo con tanta burla y con tanto pisoteo a la ley.
Las corcholatas son precandidatos y han rebasado la normatividad a sus anchas, con actos anticipados de campaña.
Solapados y hasta cilindrados por AMLO no tienen empacho el promoverse. El presidente dice que no son precandidatos, pero un día antes, Sheinbaum afirmó que será la primera mujer presidenta, y declaraciones similares tuvieron Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal en entrevistas televisivas.
El presidente está aferrado en mantener la Cuarta Transformación o en garantizar que llegue aquel que le cuide las espaldas, y está decidido a hacer lo que haga falta, lo que sea, con tal de conseguirlo y mantenerse en el poder de manera soterrada de 2024 a 2030.
Así pues, si la ciudadanía no se impone y no se hace respetar, el próximo presidente será ungido por decreto: “Y al diablo con sus instituciones… No me vengan con que la ley es la ley”.
¡Ha dicho!