Súper martes electoral en USA, el tamiz del Trump populista

Políticamente incorrecto y notoriamente antisistema, Donald Trump se alzó

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Políticamente incorrecto y notoriamente antisistema, Donald Trump se alzó hace dos años con la victoria en una cerrada elección en los Estados Unidos, donde el sistema electoral americano dio cuenta de la falla estructural que resulta de una democracia indirecta como la suya, en la que aún sin obtener la mayoría de los votos populares, los votos del Colegio Electoral le dieron el triunfo a Trump y a los republicanos.

 

Una vez en la oficina oval, el inquilino de la Casa Blanca diseñó una amplia expectativa para su gobierno, golpeando y confrontando a los medios con el afán de posicionar su agenda política que le permitiera la reelección en 2020 y consolidar los planes de los republicanos aprovechando el control que lograron en ambas cámaras del Congreso americano.

 

Pero todo indica que, para este supermartes electoral americano, las cosas no pintan del todo bien para Donald Trump.

 

Su personalidad y la forma en la que ha manejado el gobierno estadounidense han prendido las alertas en los grupos de poder político y económico, pues si algo ha caracterizado a la democracia americana, es el balance de los poderes, por lo que la elección de este martes obliga a generar un equilibrio entre demócratas y republicanos, ya que entregar el poder por completo a Trump, instauraría una inestabilidad perjudicial para los americanos y para el mundo.

 

La polarización social en la actual coyuntura política americana seguramente producirá una amplia participación civil, y los demócratas han aprovechado las condiciones para dominar la discusión en las campañas, por lo que aparentemente, se alzarán con el triunfo en la Cámara de Representantes y la mayoría de las 36 gubernaturas en juego, mandando una clara señal de moderación a Trump.

 

Sin duda, las elecciones intermedias darán al Presidente Americano una gran lección, pero confirman que en el escrutinio electoral mundial, el ciudadano está dispuesto a dar todo el poder, como en México con el arrastre electoral de López Obrador, pero también está preparado para quitarlo a través de las urnas.

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