La federación ahorca al estado

Carlos Joaquín González, fiel a su estilo, ha sido de los gobernadores más tolerantes...

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Carlos Joaquín González, fiel a su estilo, ha sido de los gobernadores más tolerantes y aquiescentes con las draconianas políticas económicas del gobierno de Andrés Manuel López Obrador: cosas muy abstrusas se han pasado por alto con tal de mantener una buena relación con la Federación, y Quintana Roo no ha dudado en apretarse el cinturón para afrontar el brutal decrecimiento en sus asignaciones. La estrategia ha sido, con bastante tino por parte del mandatario estatal, diríamos, muy acertada, pues nos habría ido peor con una rebeldía, aunque la política presupuestaria del centro ha sido brutal en sus recortes.

El país entero se queja de los horrendos recortes, tanto en las participaciones como en las aportaciones, pero el problema es que en las previsiones y suministros para los sistemas de educación básica, normal, tecnológica y de adultos el gobierno federal decidió presupuesto cero, así que el estatal, por responsabilidad social, deberá absorber los gastos de manera por demás precaria.

Difícil aguantar, sobre todo si sobre la economía de Quintana Roo se ciernen otras amenazas: entre el debate legislativo en el senado, el gobernador de Quintana Roo había advertido que cargar más al impuesto de no inmigrante sería un golpe más a sumar a los que se le han dado a la actividad, sin especificar que la desaparición del Consejo de Promoción Turística de México ya había sido un fuerte retroceso.

La senadora panista Mayuli Martínez Simón confirmó que en la cámara alta se logró mantener en el statu quo el impresto de no inmigrante, lo que a fin de cuentas acabó con la preocupación del mandatario estatal después de la irresponsable decisión de los diputados del Morena, que por consigna presidencial están abocados a sacar lo más posible de dinero sin contravenir la promesa presidencial de no crear más impuestos. La sintonía con el SAT es total.

Pero el embate de los legisladores “de cuarta” ha sido brutal: “Sin embargo, en lo referente al Derecho por la prestación de Servicios Migratorios (SDM), los legisladores de Morena aprobaron un incremento del cien por ciento, es decir, paso de 77.91 a 149.02 pesos, lo que desincentiva la llegada de turistas extranjeros a México y afecta la economía nacional”. Mayuli Martínez refirió que para el siguiente año el Gobierno Federal no dispondrá de recursos para atender la problemática causada por el arribo masivo del sargazo, “Inclusive la Secretaria de Marina no contará con recursos para hacer frente a este problema, esto es lamentable porque vemos a un gobierno federal indiferente ante la industria que genera más de 10 millones de empleos en todo el país, los expertos lo han dicho, si no se atiende el problema del sargazo el proyecto del Tren Maya será un fracaso”. El abandono es total.

Antes de que imperara la cordura en el senado, el gobernador Joaquín González había advertido del riesgo del incremento que tendrían las tarifas de las líneas áreas por el pago de derecho para visitantes extranjeros que planteó el gobierno federal.

El marco fue la discusión de la Ley de Ingresos 2020, en la que los senadores corrigieron la minuta enviada por la Cámara de Diputados del incremento de un 98 por ciento al derecho de no inmigrante, con lo que se mantiene en 558 pesos el cobro a visitantes extranjeros sin permiso para realizar actividades remuneradas y no de 855 pesos, como se planteaba.

Victoria pírrica, pues al parecer el presidente y sus tribunos estarán pendientes por hincarle el diente al turismo, que claramente no está en la agenda petrolera de López y poco le falta para decir que esta noble actividad, segunda generadora de divisas en el país –pero sin costos y subvenciones– es fifí, neoliberal y debe ser extirpada para dejar paso únicamente al alucinado Tren Maya, claramente deficitario in saecula saeculorum.

El retroceso a los años 70 que plantea López Obrador para la obtención de energía (carbón e hidrocarburos) no es la única amenaza de vuelta al pasado ineficiente y contaminante: toda la economía del país parece estar regresando a esas mocedades del presidente, cuando era líder priista gracias a haber bloqueado y saboteado violentamente posos petroleros y refinerías en su estado natal. ¡Pura nostalgia!

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