Agencias
CANCÚN, Q. Roo.- Los paisajes naturales de Quintana Roo, su principal recurso, no son debidamente aprovechados para la investigación, lo que es lamentable, pues se trata de ecosistemas y vida que no se encuentra en otras partes del mundo, publicó Notimex. 

El investigador Juan José Morales Barbosa, Premio Nacional de Divulgación por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), dijo que a pesar de que en la costa quintanarroense se cuenta con uno de los entornos naturales más importantes del mundo, el panorama para la investigación es muy triste, pues son contados los espacios que se tienen para esta actividad.

Sostuvo que el panorama no es nada alentador pues en Quintana Roo no hay espacios para la investigación, que apenas y está el Colegio de la Frontera Sur, en Chetumal y el Instituto de Ciencias del Mar de la UNAM y su unidad de sistemas arrecifales en Puerto Morelos.

Asimismo, el Centro Regional de Investigación Pesquera, también en Puerto Morelos, así como un "modestísimo" Centro de investigaciones Agrícolas Forestales y Pecuarias en Bacalar.

"Pero fuera de estos espacios no tenemos más cosas que aportar a la investigación, pues si bien hay una extensión del Centro de Investigación Científica de Yucatán de la Unidad de Ciencias del Agua, dependen del gobierno de esa entidad", agregó.

Subrayó que en Quintana Roo se podría hacer investigación en muchas áreas, sobre todo lo relacionado con el medio ambiente y los recursos naturales, la biodiversidad y el manejo sustentable de los recursos naturales.

"El gran recurso natural de Quintana Roo es su paisaje costero, base del turismo, que además de no cuidarlo, no estamos haciendo nada por investigar", puntualizó el también premio Latinoamericano a la Popularización de la Ciencia y la Tecnología.

Reiteró que ese panorama costero implica también lo que pasa en el fondo del mar, los kilómetros de arrecife que no están siendo debidamente investigados, analizados con un rigor profesional.

"Son mínimos los estudios que hay, pero en cambio se sigue insistiendo en la destrucción del manglar", abundó.

Manifestó que desarrollar investigaciones en torno al manglar puede ayudar a las nuevas generaciones a pensar en todo lo que implica su destrucción, como es el caso del deterioro de las playas, de los arrecifes.

"Lamentablemente se insiste en la destrucción del manglar, se desdeña su cuidado y además, tampoco se hace investigación. Parece que la instrucción es destrúyanlos para seguir haciendo hoteles", manifestó.

Morales Barbosa consideró que hace falta voluntad política para desarrollar la ciencia, pero también un poco de conocimiento y que los mismos funcionarios públicos, los legisladores y autoridades conozcan y comprendan la ciencia.

"En el ambiente político prevalece una total incomprensión del medio ambiente y confirma que los legisladores y funcionarios no tienen asesores científicos", apuntó.

Asimismo, comentó que los centros de investigación tienen la obligación y gran responsabilidad de hacer difusión de sus actividades y conocimientos, que la gente entienda y comprenda la naturaleza que le rodea y desde luego, ya mas allá, pues también los fenómenos naturales que influyen sobre su vida.

Refirió que todos los países avanzados, desarrollados, se fundaron en la investigación científica y tecnológica, pero no sólo en lo que se le conoce como la aplicada, practicada o útil como luego le llaman, sino en la básica, que si bien para muchos aparentemente no tienen ninguna aplicación, a la larga tiene su razón de ser.

"Como ejemplo pondría el electromagnetismo, hace 200 años cuando la gente se puso a estudiar el tema, eso no servía absolutamente para nada, pero en la actualidad como vamos a concebir el mundo sin computadoras o electricidad", finalizó el especialista.