Panistas, en su mejor momento

Los panistas arroparon el sábado pasado a su presidenciable Ricardo Anaya...

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Los panistas arroparon el sábado pasado a su presidenciable Ricardo Anaya, en Playa del Carmen, a donde llegaron los candidatos de ese partido y sus dos aliados para sumarse a un mitin pocas veces visto aquí en favor de quienes fueron, por décadas, una minoría a modo.

Aunque paradójico, fue como en los tiempos del poderoso PRI: con bombos y platillos, banderines, tomas abiertas –no cerradas como otrora–, y discursos desde un templete desde el cual fluían las sensaciones victoriosas. Sin duda, el estado ha cambiado.

Hoy el ambiente se transforma en beneficio de azules, amarillos y naranjas, que se coaligaron no sólo para retener los espacios conquistados en los comicios históricos de 2016, sino para consolidar un proyecto a largo plazo, superando lo que será el primer gran reto electoral. Lo que surja del 1 de julio definirá la estrategia en diversos ámbitos.

Fueron casi dos años de ir preparando el terreno, con dificultades innegables. Porque les ha costado a algunos tomar el ritmo. Pero ya pasó la tormenta; es que hace meses las pifias no son frecuentes, por lo que se nota el paso más firme y la mano más dura. Habrá excepciones, no obstante el control parece la regla.

Ese contexto gubernamental obviamente favorece las aspiraciones de los oficialistas. En la mayoría de los casos, inclusive en los más polémicos, han cerrado filas, lo que no sucede en Morena y sus socios de ocasión, ni en el PRI-Verde-Panal, cuyos supuestos liderazgos aún no prenden. En uno que otro reducto son incuestionables, como en Cozumel y Puerto Morelos, por ejemplo.

Sin embargo, en la entidad no han podido encumbrarse los que ostentarían la ventaja nacional con Andrés Manuel, en cambio, sí estos de Anaya, quien sube en las encuestas a la caza del supuesto puntero. Por eso tal escenario debe valorarse en su justa dimensión: los panistas y sus amigos se empoderan como tantas veces apenas lo soñaron.

Cabe preguntar: ¿De quién o quiénes es dicho logro? Porque la desarticulación de los antes omnipotentes, la discrepancia irreconciliable de los que están “de moda”, y la solidez demostrada por estos otros, no son fortuitas. Seguramente, han operado con sigilo para haber configurado una atmósfera inédita.

Están haciendo la tarea esencial. Ahora falta lo más importante: saber qué decidirá el elector en las próximas semanas. Es lo que cuenta al fin y al cabo.

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