Redacción / SIPSE
FELIPE CARRILLO PUERTO, Q. Roo.- Estableciendo un acerca­miento y contacto más es­trecho con los habitantes de la zona rural del muni­cipio que gobierna y bus­cando integrarse plenamente a las esperanzas y pro­yectos de las comu­nidades, la presidenta municipal, Paoly Pere­ra Maldonado, asistió a una primicia maya rea­lizada por ejidatarios de Tepich y Tihosuco para pedir por mejores lluvias para los culti­vos este año.

Acompañada por Susana Valencia Mo­reno, delegada de la Comisión para el Desarrollo de las Comu­nidades Indígenas (CDI) en el estado, la alcaldesa fue recibida en un paraje situado a la orilla de la carretera por los campesi­nos, cuyas mujeres preparaban el col y los alimentos en una palapa construida al fondo de   una parcela en la que se realizó la ceremonia maya, se informó en un boletín.

Armando Poot Chablé, presidente de la sociedad de productores de pitahaya “Lol chakay” acompañado de Salustiano Llanes, delegado municipal de Tepich, fueron los encargados de recibir tanto a Pe­rera Maldonado como Valencia Moreno, quienes atestiguaron la preparación de las ofrendas que realiza­ron los campesinos frente a un altar elaborado con madera, palma, velas y mate­riales de la región.

Los productores explicaron que la primicia maya es un rito sagrado único que desarrollan los dignatarios y sacerdotes mayas para pedir a Dios por que haya suficiente lluvia para las parcelas. (Foto: Redacción / SIPSE)

La gracia y bendición de tener buena cosecha para alimentar a sus familias y animales de traspatio, para ello se bendice la ofrenda que es cocida en el tradicional pib, mientras las mujeres preparan el col y las gallinas de patio que comple­tan la ofrenda del día.

Paoly Perera y Valencia Mo­renos siguieron con atención cada uno de los pasos desarro­llados por los productores en esa primicia maya y observaron los trabajos de las mujeres para preparar el col que sería tam­bién asentado en el altar, mien­tras el sacerdote maya, Higinio Kahuil Pat, rezaba en antigua lengua maya las letanías con las que se ofreció esa ceremonia antiquísima y tradicional en los montes cercanos a la alcaldía de Tihosuco.