Peligran cenotes de la Península de Yucatán por plaguicidas

El estudio de Greenpeace detectó otros contaminantes como hidrocarburos aromáticos policíclicos.

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A pesar de la importancia de los cenotes en la Península de Yucatán, se carece de sistema de monitoreo de la calidad del agua. (Foto: Mauricio Conde)
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Mauricio Conde
CANCÚN, Q. Roo.- Greenpeace determinó en su más reciente estudio sobre la contaminación con plaguicidas en los cenotes de la Península de Yucatán, que el subsuelo es la fuente fundamental de abastecimiento disponible de agua y en un análisis realizado con muestreadores pasivos en cinco sitios de cavernas de la Riviera Maya, detectó residuos de varios compuestos de los cuales resalta el herbicida 2,4-D con una concentración estimada de 2.39 nanogramos por litro, y hasta cocaína, que se encontró en 1.87 nanogramos por litro.

Otras sustancias encontradas en los cenotes de Quintana Roo fueron medicamentos como Naproven o Ibuprofeno; hidrocarburos como el Fenantreno y bactericidas como el Triclosan, que son compuestos que pueden tener un efecto adverso sobre los organismos.

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Por otro lado, se han encontrado o determinado otro tipo de contaminantes en los cenotes, principalmente hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAPs), tales como el fenantreno, naftaleno y benceno, entre los hidrocarburos contaminantes más comunes presentes en los cenotes ubicados en Cancún y Playa del Carmen, dos polos turísticos bien desarrollados.

Otras regiones de la entidad, con desarrollo de turismo intermedio (Puerto Morelos, Tulum, Cozumel y Bacalar), muestran la presencia de hidrocarburos. El posible origen de los contaminantes sea el proceso de roza-tumba-quema (“rtq”) que se lleva a cabo en las actividades agrícolas con el fin de preparar las tierras para el siguiente ciclo agrícola.

Varios de los contaminantes que pudieran generarse por el “rtq” son carcinógenos comprobados o son carcinógenos en animales de experimentación.
Así, un punto importante a considerar es que se demostró que en un solo sitio se pueden encontrar presentes varios tipos de contaminantes o xenobióticos que pueden ejercer un efecto adverso de tipo aditivo o sinérgico, lo cual puede comprometer la salud de los organismos expuestos.

A pesar de la gran importancia de los cenotes en la Península de Yucatán, se carece de un sistema de monitoreo de la calidad del agua de contaminación por plaguicidas. Es necesario que las autoridades den prioridad a la conservación con respecto a la implementación de proyectos que comprometan la calidad ambiental, antes de que sea tarde, estimó Greenpeace.

Es necesario, recalcó, establecer un sistema de vigilancia de residuos de plaguicidas tóxicos que permita tomar las acciones pertinentes en tiempo y espacio, ya que al mediano plazo la carencia de este monitoreo tendrá un costo más elevado que su implementación.

Análisis de plaguicidas

Por ello, recientemente en el Instituto EPOMEX de la Universidad Autónoma de Campeche, con el apoyo de Greenpeace México, se realizaron análisis de residuos de plaguicidas en muestras de cinco cenotes de la Península de Yucatán. Tres del estado de Yucatán, uno de Quintana Roo y uno de Campeche.

Por lo que hace al muestreo del cenote de Quintana Roo llamado “Cueva de la Serpiente”, en los residuos de plaguicidas organoclorados en el agua se encontró Endrin Cetona en concentraciones muy superiores a los límites máximos permitidos en agua dulce, de acuerdo a la Ley Federal de derechos en materia de aguas nacionales (0.0891).

Asimismo, en el cenote Yax Ha el producto de degradación del DDT, el DDD, se encontró arriba de los 0.01 ng mL-1 que establece el lineamiento de calidad del agua antes mencionado.

Los cuerpos de agua continentales de la Península de Yucatán, señala Greenpeace, tales como cenotes, aguadas y manantiales cumplen importantes funciones sociales, económicas y ecológicas. Desde el punto de vista socioeconómico, estos sistemas son de vital importancia como fuentes de abastecimiento de agua de la población rural.

Los cenotes, aguadas y manantiales de la Península de Yucatán son ecosistemas que se caracterizan por ofrecer beneficios, tangibles e intangibles, a la sociedad por medio de procesos que se desarrollan en dichos ecosistemas.

Estos cuerpos generan importantes recursos al ser utilizados como sitios de esparcimiento y turismo. Aunado a lo anterior, estos sistemas son el hábitat y la fuente de agua de importantes especies de fauna, cumpliendo un importantísimo papel en el sustento de la biodiversidad. Debido a lo anterior, por ejemplo, recientemente la Reserva de la Biosfera de Calakmul fue nombrada Patrimonio Mixto de la Humanidad por parte de la Unesco, lo cual sin duda se debe a las aguadas que mantienen su gran riqueza.

Se calcula que 70 o 75% de los cenotes de Yucatán –aproximadamente entre 7 mil a 8 mil de acuerdo a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente de Yucatán– presentan bacterias provenientes del lavado de letrinas, actividades porcícolas o fosas sépticas. Sin embargo, el agua dulce de los cenotes es muy importante para sustento de la población humana asentada cerca de estos ecosistemas.

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