Perdura próspero negocio familiar en Chetumal

Los daños por el huracán "Dean" obligaron a cambiar su principal herramienta, pero tras 40 años de servicio, la panificadora de los Góngora mantiene su prestigio al ser de las únicas que utiliza leña para hornear el pan.

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La jornada comienza a las siete de la mañana, ya abastecidos con harina de trigo, huevo, mantequilla, sal, azúcar, vainilla, leche, levadura y mejorante. (Francisco Sansores/SIPSE)
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Ernesto Neveu/SIPSE

CHETUMAL, Q. Roo.- El enorme horno de piedra de alrededor de 16 metros de diámetro sustituyó al antiguo, que tras 40 años de servicio sucumbió a los embates del huracánDean” en 2007, que se llevó hasta la techumbre de lámina que medianamente cobijaba al grupo de trabajadores en las tareas de preparar, amasar, moldear y hornear las famosas barras y el pan dulce, productos que, tres generaciones después, sigue generando bienestar a la familia Góngora, con cerca de siete mil piezas producidas por jornada, según revela Juan José Góngora Manrique, actual propietario de la panaderíaNazario Góngora Castillo y Sucesores”, de las pocas panificadoras que todavía usan leña para hornear sus productos.

 
La jornada comienza a las siete de la mañana, ya abastecidos con harina de trigo, huevo, mantequilla, sal, azúcar, vainilla, leche, levadura y mejorante (para que el pan no “baje”). En el horno comienzan a arder las brasas de leña con combustible, en un “globo” construido para recibir 18 charolas simultáneamente, mientras los cuatro ayudantes preparan la masa para el pan salado, engrasan las charolas, amasan  y amasan hasta lograr la consistencia requerida y, una vez terminado este proceso, dedicarse a la elaboración pieza por pieza.Juan José Góngora Manrique, el propietario, paradójicamente es quien más trabaja. No para de meter mano en cada uno de los procesos, pero más se ocupa de la elaboración de las piezas, para que prácticamente queden del mismo tamaño y que no se pierda la receta familiar.
 
“La panadería fue de mi abuelo, luego de mi papá; ahora yo estoy a cargo y espero que mis hijos también continúen con la tradición de más de 40 años. El horno original se lo llevó el huracán con todo y el techo de lámina que teníamos aquí al lado. Pero ya estábamos construyendo el nuevo, que es este”, comentó Juan José, señalando el horno, al fondo del local, hecho de piedra, sascab, un mínimo de cemento y bastante cal.
 
Por debajo del piso de ladrillo refractario hay una capa de 20 centímetros de sal granulada y cristal para concentrar el calor de manera uniforme. ¡Listo! Van las charolas a hornear el tiempo necesario de acuerdo con el tipo de pan, quegeneralmente se maneja por encargo en esta panadería, la cual igualmente ofrece sus productos al detalle, al público en general.
 
A las cinco de la tarde termina la actividad. Se disponen a limpiar los enseres utilizados durante el proceso, para volver a comenzar al día siguiente, un trabajo que realizan todos los días, incluidos los domingos.

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