Brisa Muñoz/SIPSE

CANCÚN, Q. Roo.- Un juguete en Navidad es mucho más que eso, un juguete se convierte en un símbolo de amor, de esperanza, es lo que le dice a un niño que es importante, se eleva la autoestima, pero también es un regalo para quien lo entrega, ya que ver esa sonrisa de agradecimiento y la felicidad que genera, nos hace sentirnos bien, también nos hace más felices y eso provoca que disminuyan las depresiones, y en una ciudad como Cancún, es también una manera de disminuir los suicidios, detalló la psicoterapeuta infantil Marcela Guiot Peimbert, quien también hizo un llamado a la sociedad para regalar un juguete a los niños de escasos recursos, “no sólo por salud mental y sino por salud del alma”.

 

La especialista en salud mental infantil aseguró que el valor emocional de un juguete, para los pequeños es completamente independiente del comercial, ya que a veces se puede hacer más feliz a un niño con un carrito de 10 pesos que con uno de mil pesos, pues lo que le imprime el valor es tanto el deseo del pequeño por ese juguete, como el amor con el que se le entrega, algo que, dijo, tiene una mayor relevancia si se trata de niños de escasos recursos.

 

“El juguete tiene un valor especial para los niños en general, y más si hablamos de ese que está deseando, y que si lo llega a tener le aporta al pequeño una serie de emociones y sentimientos benéficos para su psique; siempre es importante en lo emocional, recibir algo, y más en estas fechas, pero si hablamos de niños marginados es mayor el efecto, ya que se sienten aceptados por la sociedad y les ayuda a desarrollar su autoestima, que por lo general es baja por las condiciones en las que viven”, comentó.

 

Es más, Guiot Peimbert precisó que juguetes como los entregados por esos héroes anónimos que le dan vida a campañas como la de 24X24 que impulsa Grupo SIPSE, tiene un gran efecto en la vida de los niños, tanto en lo inmediato como a largo plazo, y hasta podrían salvarlos de sufrir otras problemáticas sociales.

 

“Estos pequeños se dan cuenta de todo por las escuelas, y darles un presente aunque no lo parezca se pueden evitar problemas como el bullying, ya que por ejemplo, los niños de escasos recursos que se sienten rechazados, que no conocen esa esperanza y emoción que da el recibir un regalo, en este caso un juguete, piensan que no son personas valiosa, y eso se ha visto mucho últimamente, pero en cuanto reciben el juguete, inmediatamente se les da felicidad, se les hace sentir queridos. Es como recordarles que son iguales a todos los niños, porque pueden jugar y disfrutar unos días o un mes, con eso que no han tenido en toda su vida”, dijo.

 

Recordó que esa sensación es igual para los adultos, y los efectos los hemos sentido cada que recibimos un presente “nos hace sentir especiales, nos llena de alegría y eso se refleja en nuestros actos de todo el día, ahora imaginemos lo que será para un pequeño”, por ello hizo un llamado a la gente a dar, a regalar, pero no sólo en estas fechas, sino todo el año, “porque si nos diéramos regalos todos los días  habría menos enfermedades psíquicas, menos depresiones y por supuesto menos suicidios, y cuando hablo de regalos me refiero a una sonrisa, un abrazo, un beso”.