“Poltergeist” un remake para el olvido

La película es decepcionante en comparación de la versión original.

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El argumento de la cinta es prácticamente el mismo que el de la película original. (Redacción/SIPSE)
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Por Rafael R. Deustúa

Cada tanto hay la oportunidad de asistir a un evento escolar donde representan alguna obra clásica, según el gusto y la ambición de los maestros. Por lo general carecen de presupuesto, talento actoral, dirección, etcétera, pero son divertidas en su informalidad. La nueva versión de “Poltergeist” es como una de ellas, pero sin la diversión; es una imitación mediocre de una cinta cuyo recuerdo es apreciado, pero no por su calidad.

La familia Bowen se muda a una enorme casa en un buen barrio, forzados y a regañadientes pues Eric, el papá, perdió su empleo. Desde la primera noche que pasan ahí experimentan todo tipo de hechos paranormales, que culminan con el secuestro de Madison, la hija más pequeña, por parte de alguna fuerza demoniaca.

Ligeras modificaciones

El argumento es basicamente el mismo de la cinta original, pero con una “actualización” a cargo de David Lindsey-Abaire, quién junto con el director Gil Kenan hace una mancuerna que ojalá no produzca nada más.

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Durante la primera media hora de la película Kenan y Lindsey-Abaire nublan la capacidad de asustarse de la audiencia con una avalancha de medios sustos. Hay una norma actoral que dice que para mostrar tristeza un actor primero debe mostrar alegría, así mismo en dirección si quieres mostrar algo extraño primero enseña lo que es normal. En el universo de ésta cinta parecen ser “normales” los ataques de ardillas psicópatas zombis.

La película es una serie de “sustos” incoherentes al igual que era la original, sin embargo la producción de Tobe Hopper y Steven Spielberg tenía cierto carisma que ésta es incapaz de replicar. Por ejemplo, en la cinta de 1982 sí se preocuparon por crear una atmósfera y presentarte a la familia antes de empezar a torturarlos con fantasmas.

Sin convencer

Las actuaciones no ayudan, ni siquiera la aparición de Jared Harris como un investigador paranormal y es por un pobre desarrollo de los personajes. Sam Rockwell no convence como padre, como tampoco Rosemarie DeWitt, lo cual ayuda a que parezcan una pareja. Los chicos trabajan bien, dentro de lo que cabe para su edad y Saxon Sharbino, la hija adolescente, puede que aún no sepa que hacía en la cinta.

Olvide que existe este “remake” y busque la original, que al menos es disfrutable.

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