Oskar Mijangos/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Incluso a la muerte se le paga renta. La exhumación de las tumbas que no han sido refrendadas en el tiempo estipulado por ley, comienza este viernes en el panteón municipal de Los Olivos en la Región 99, informó Jorge Sánchez Carrillo, administrador de los panteones municipales.

De las tumbas que se registran actualmente, el 30%, es decir, mil 380, ya han excedido los 14 años sin ser refrendadas, tiempo que debe esperar el Ayuntamiento para exhumar los restos sin que existan implicaciones legales. Después de un mapeo, se obtuvo la ubicación exacta de las tumbas que no han sido refrendadas, dicha obligación tiene un costo de dos mil 50 pesos y se realiza cada siete años.

Familiares se quejan del mal estado de las tumbas 

Familias que visitaron el lugar se quejaron de lo deteriorado de algunas tumbas y de la basura en varios pasillos, exigieron que se mantenga en óptimas condiciones el camposanto, “a donde va todo el dinero que pagamos en impuestos”, expresó con molestia Sonia Prado Guillen, madre de familia.

Trabajadores del cementerio indican que si bien tratan de levantar todos los desperdicios que encuentran, son muy pocas las personas que utilizan los botes de basura del cementerio. Señalaron que tratan de mantener limpio el lugar, pero para ello, exhortaron a los ciudadanos a cooperar colocando su basura en los botes que se ubican en los pasillos.

Sánchez Carrillo indicó que en el caso de las tumbas rotas, otra de las principales quejas de la ciudadanía, estos son nichos que aún no cumplen el tiempo estimado para su exhumación, y legalmente el Ayuntamiento no puede modificarlas, lo que implica que hasta pasados 14 años se pueden arreglar las criptas. También informó que la Dirección de Obras inició el levantamiento de la barda del panteón que se ubica sobre la avenida Nichupté para mejorar la imagen del lugar.

Nuevas reglas 

Los dolientes que hagan uso de la nueva zona una vez finalizada, tendrán que respetar la ley de panteones, que estipula que las tumbas no deben exceder los 40 centímetros de altura, algo que las administraciones pasadas pasaron siempre por alto, aseveró el funcionario.