Rubi Velázquez/SIPSE
CANCÚN, Q. ROO.- La mendicidad es un problema complejo con diversas aristas en donde existen casos basados en mentiras y muchos otros en una necesidad, pero todos ellos, son el reflejo de la problemática del país o la carencia de aspectos como: educación, empleo, salarios justos y salud.

Si bien es cierto que muchas personas piden dinero asegurando padecer una enfermedad grave, utilizan a sus hijos como parapeto para solicitarlo el donativo o forman parte de una red organizada, también existe la contraparte, los que realmente han tocado fondo y que por adicciones o desintegración familiar, necesitan de la ayuda como un impulso, comentó María Elena Ortegón, presidenta de Huellas de Pan, asociación civil.

Esta imagen es la que denota que existe un serio problema en el país y que es urgente resolverlo.

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País rico en recursos 

La respuesta está frente a nuestros ojos, destacó Ortegón al preguntar el ¿por qué un ser humano estaría en una situación de mendicidad?, estando en un país rico en recursos naturales y con basta extensión de tierra fértil, suficiente para producir el alimento propio y exportar el sobrante.

La respuesta a esta interrogante es la misma que a los cuestionamientos del ¿por qué un anciano estaría sufriendo abandono? o al ¿por qué los padres de familia concientemente exponen a sus hijos?, todas ellas se derivan de la educación, aseguró.

De este modo es como podría ser atacado el problema, partiendo desde la raíz, por ello es su interés en que las nuevas generaciones tengan una buena alimentación que los impulse a asistir a clases, garantizando un buen aprovechamiento y teniendo la posibilidad de la educación que hará la diferencia.

“Tal vez no eliminemos la mendicidad, pero el día de mañana si será un hombre o una mujer menos en la calle, en las drogas o en la delincuencia”, dijo.