Pájaros carpinteros generan pérdidas de $500 mil a la CFE

Esta ave y el comején, una especie de termita, son los principales destructores de la infraestructura eléctrica.

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Los postes de la CFE son destruidos por pájaros carpinteros y comején, principalmente. (Octavio Martínez/SIPSE)
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Octavio Martínez/SIPSE
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.- En condiciones normales la Comisión Federal de Electricidad (CFE) llega a sustituir hasta 20 postes de madera que son dañados por el comején y el pájaro carpintero principalmente, sin embargo el año pasado hubo alrededor de 30 de estos artefactos afectados por la misma causa, lo que significó pérdidas para la dependencia federal de más de medio millón de pesos. 

Estos postes de madera son preservados  a través de la técnica de ‘curado’, que consiste en impregnarles diversos solventes y someterlos a temperaturas particulares para aumentar su vida útil, que llega a ser de hasta 50 años. 

Pero de acuerdo con el superintendente en la Riviera Maya de la CFE, Capi Madera Gil, a pesar de esta técnica, muchas veces los postes, que llegan a medir hasta 50 metros de alto, no resisten el embate de las condiciones naturales de la región, como el pájaro carpintero y el comején, que es una especie de termita. 

“En condiciones normales cada año se sustituyen 20 de estos postes, con la ayuda del personal de la CFE, además de la autoridad municipal como Protección Civil, el último cambio que se hizo fue a principios de enero en Puerto Aventuras”, expresó Madera Gil. 

Costo por poste

Precisó que cada poste llega a costar hasta 20 mil pesos, erogación que corresponde únicamente a la reposición material de cada poste, no contempla la mano de obra, por lo que el costo se llega a incrementar aún más. 

Madera Gil explicó que hay alrededor de 300 postes diseminados en toda la red del suministro de energía eléctrica, de los cuales una parte son de alta tensión, de 115 kilovoltios, y otros de baja tensión, que son de 380 a 220 voltios, estos últimos son los que comúnmente se ven en las calles. 

Mencionó que estas pérdidas son mínimas en comparación a cuando llega un huracán, que cuando los gastos se llegan a incrementar hasta en un 80%.

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