Teresa Pérez/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Personas que se dedican a la crianza de pavos para la venta se quejan por la baja clientela, previo a la Navidad.

Alfredo Canul, originario de Tizimín, Yucatán, llega cada año a Cancún para la venta de pavos vivos o recién matados, comenta que este año apenas sacará los gastos del viaje, pues la gente está sin dinero y solo se acerca a ver su producto sin comprar. 

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Los precios que ofrece están entre 80 y 110 pesos por kilogramo de pavo de traspatio, esto repercute directamente en los bolsillos de una familia, pues deberán considerar un presupuesto extra para la cena navideña que también acompañarán con otros ingredientes y platillos navideños. 

Para la familia García Román, la cena de Navidad es una tradición entre hermanos y se debe mantener dicha costumbre, por ello, desde una semana antes, inician con los preparativos para que no desajuste el presupuesto de todos.

De acuerdo con comerciantes del Mercado 23, este año será demasiado austero, la gente pregunta más por los pollos enteros para guisarlos para Navidad que por los pavos porque el precio está elevado. “El año pasado exhibía los pavos en todo el local, me gustaba que la gente pasara y con la sola vista decidieran en comprarme uno, pero ahora como veo la situación, mejor los traeré bajo pedido, a dos días de que llegue la Nochebuena, me han pedido apenas tres”, comentó don Ramiro, comerciante del mercado. 

Para Javier Francisco Toledo Alvarado, coordinador de la Comisión Federal contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), como parte del operativo, se realiza una revisión a comercios con el giro de venta de pollos y aves para garantizar que el producto cuente con las medidas sanitarias de calidad, “se realiza un muestreo para analizar el producto y de encontrarse contaminado, se procede a la suspensión temporal y una multa que va de los 500 a dos mil salarios mínimos hasta que se corrijan las anomalías”, dijo.

(Foto y video: Luis Soto)