Claudia Martín/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- El manatí, especie emblemática para Quintana Roo, se está desplazando de sus espacios habituales del sur al centro-norte del Estado, concretamente de la caleta de Xel-Ha hacia Holbox, debido a la influencia antropogénica.

Se estima que en Quintana Roo hay una población de 250 a 300 manatíes y la Bahía de Chetumal sigue concentrando la mayor cantidad de ejemplares, con alrededor de 150, de acuerdo con Benjamín Morales Vela, investigador titular en El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) Chetumal, y se mantiene estable.

El manatí es un mamífero acuático común en las costas de Quintana Roo.

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Las crías representan en promedio el 7.9 % de esta población, valor que, comparado con otras regiones de su distribución, se considera adecuado para mantener a la población de manatíes en un buen nivel de reclutamiento.

Sin embargo, dijo que en algunos puntos de la entidad se ha observado una menor presencia por el aumento en la presencia y actividad humana.

Santuario del Manatí

Recordó que en 1992, cuando surgió la idea de la creación de la Reserva del Santuario del Manatí entre México y Belice,  el corredor turístico Playa del Carmen-Tulum tenía una presencia importante de ejemplares, seguido de Holbox.

Actualmente la caleta de Xel-Ha recibe mucho turismo, unos tres mil visitantes por día, y se ha detectado que cada vez es más complicado ver a esos animales en esta área.

“La zona de la caleta y el corredor turístico eran utilizados frecuentemente por los manatíes para estar en aguas tranquilas, en agua dulce, con protección al oleaje y ahora hay una gran cantidad de turismo. Los animales son sensibles a la presencia humana y esa situación se está complicando. Pensamos que esa área se ha perdido para el manatí. Quizás en la noche entren y salgan, pero es algo que no hemos confirmado aún”.

Otro comportamiento inusual, comentó, es una mayor presencia de manatíes en la zona norte del estado, específicamente en Holbox y Chiquilá e, incluso, se ha iniciado un trabajo con los pobladores locales para establecer una red de varamientos y una preservación de la especie.

Morales Vela explicó que hace más de 10 años se realizó un programa sobre desplazamientos de hembras adultas marcadas con transmisor y mostraron tendencia a hacer movimientos locales y una alta fidelidad al área seleccionada por ellas para alimentarse, reproducirse y para la crianza.

“Un manatí puede estar hoy en Laguna Guerrero, por ejemplo, e iniciar movimiento rápido y constante hasta detenerse después de unos 240 kilómetros al sur de Belice, estar un tiempo determinado ahí y regresar a la Bahía de Chetumal. Por eso siempre tratamos de incluir al vecino país en las acciones de protección que realizamos a favor del manatí”, indicó.

Causas de muerte 

En la actualidad, las causas de muerte son naturales, según la Red de Varamientos de Mamíferos Acuáticos activa en la ciudad.

El investigador señaló que el decreto transversal RAMSAR (Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional) de la Bahía de Chetumal, Santuario del Manatí, la Laguna de Bacalar y la costera permitirá fortalecer estrategias de conservación de los manatíes en Quintana Roo.

Los trabajos de investigación y las acciones que realizan en el Colegio de la Frontera Sur son de influencia en política pública y en conservación de la flora y fauna del estado.