Stephani Blanco/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Tras el éxito de la temporada de verano, los visitantes mantendrán una ocupación de 70% por tercer año consecutivo, lo cual es positivo ya que no hay la llamada temporada baja.

Las temporadas han sido positivas y el acumulado de crecimiento es de un 1.6% arriba, por lo que la vamos a pasar bien, mencionó Carlos Gosselín Maurel, presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún y Puerto Morelos (AHC). 

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“Deben suceder tres efectos para que el cierre de año en el turismo sea positivo: buena seguridad, que el cambio político sea adecuado en el proceso de entrega- recepción y que la promoción a nivel mundial continúe”, agregó.

El Aeropuerto Internacional de Cancún tendrá los mismos números que el año pasado en el período de septiembre a noviembre, por lo que no puede nombrarse una temporada baja, detalló Carlos Trueba Coll, director de la terminal operada por Aeropuertos del Sureste (Asur). 

“Para la temporada de verano registraremos un crecimiento de 8% en afluencia de turistas comparado con 2015 y ya estamos trabajando en la temporada de invierno, pues estamos recibiendo los reportes de las líneas aéreas”, comentó.

En 2015 el destino mantuvo una ocupación hotelera entre 64% y 77% durante los tres meses, lo que significó un repunte comparado con el año anterior en 3%, en promedio, de acuerdo con datos de la Secretaría de Turismo de Quintana Roo (Sedetur). 

Temporada baja positiva

La temporada baja para Puerto Morelos será positiva, ya que estarán cerrando el verano con una ocupación de 90%, lo que significa un crecimiento de 5% comparado con el año anterior, explicó Raymundo Polanco, director de Turismo del Ayuntamiento. 

“La denominada temporada baja se va a cruzar con el cambio de administración; sin embargo, estaremos haciendo lo posible por mantener las cifras y lo que tenemos pensado es organizar eventos”, mencionó. 

En años anteriores, los meses de septiembre a noviembre eran considerados como los más bajos, pues las ocupaciones disminuían por debajo de 50%, lo que ocasionaba que los  hoteles dieran descansos solidarios a sus empleos o los dieran de baja.