Paloma Wong/SIPSE
CHETUMAL. Q. Roo.- Los regidores integrantes de la comisión de Reglamentos, pretenden controlar la contaminación acústica de la ciudad, principalmente los que derivan de fiestas familiares, afirmó el concejal, Marco Antonio May Molina. Al modificar el reglamento, los ciudadanos que no acaten las recomendaciones al tercer llamado serán acreedores a una sanción económica.

El número de atención ciudadana 072, del Ayuntamiento de Othón P. Blanco registra al mes 30 llamadas porque familias, establecimientos nocturnos o de templos que realizan sus fiestas o alabanzas con un alto volumen en la música, situación que perjudica a la población que vive en los alrededores.

Los días de quincena son cuando aumenta las llamadas, que incluso tiene que intervenir la Policía Municipal Preventiva (PMP) o Seguridad Pública del Estado.

Para tener un orden en la amplitud del sonido, los regidores integrantes de la Comisión de Reglamentos, pretenden modificar el reglamento para controlar la contaminación acústica.

“Hay muchas quejas de la población sobre las fiestas que hacen sus vecinos, pues afirman que es en altas horas de la noche, escuchan en volumen alto su música, olvidándose que hay vecinos que quieren descansar, en ocasiones interviene la PMP, quienes les hacen la solicitud de que le bajen el volumen, las personas acceden pero cuando los policías se van le vuelven a subir el volumen a su música e incluso hasta más y eso no debe ser”, mencionó May Molina.

El entrevistado dijo que para revertir el problema, pretenden aplicar sanciones económicas a aquellas personas que desobedezcan los llamados de atención de la corporación policíaca, aunque la amonestación será hasta que haya pasado el tercer llamado. La sanción pudiera ser en salarios mínimos, pero ésta no deberá pasar de los 400 pesos, ante la situación económica por la que pasan las familias.

“Estamos trabajando en el proyecto conforme a lo que dicen las normas, pero al menos en dos semanas ya deberá estar listo para pasarlo a comisiones y después a cabildo que es donde finalmente quedará aprobado, o en su caso se harán modificaciones”, puntualizó.

La directora municipal de ecología, Gabriela Santana Duarte, dijo que el número de decibeles permitidos es 68 en horario diurno y 65 en el horario nocturno.

Las denuncias que llegan son canalizadas a la dirección de ecología, área que se encarga de acudir a los lugares y medir por medio de un sonómetro la amplitud de los decibeles, aunque ello se aplica principalmente a los negocios.