Enrique Mena/SIPSE
CHETUMAL, Q.Roo.- La falta de una vacuna contra la bacteria Brucella, causante de la conocida fiebre Malta, Mediterránea u Ondulante, en seres humanos, implica la necesidad de que los consumidores corroboren a través de un sello de calidad la procedencia de productos como leche, carne y quesos, derivados de ganado vacuno, porcino, caprino, ovino y equino, principalmente en comunidades rurales, donde la producción casera abunda sin la debida pasteurización.

Incluso quienes laboran en rastros, granjeros, veterinarios o tablajeros deben usar protección para evitar contacto de heridas en la piel con animales infectados, insistió el presidente del Colegio de Médicos en Quintana Roo, Francisco Javier Lara Uscanga.

Mientras, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) descarta casos de brucelosis en Quintana Roo.

El caso de la oferta de procesados, como el queso, en la vía pública, es el escenario propicio para que se genere la transmisión, siempre y cuando que el producto esté contaminado.

Francisco Javier Lara Uscanga, menciona que diversas pruebas se llevan a cabo en la actualidad por especialistas de clase internacional como el cultivo microbiológico de la sangre (hemocultivo); médula ósea (biopsia), que a través de un aspirado medular se analiza el tejido blando y graso; orina (urocultivo) y Líquido Cefalorraquideo (LCR) obtenido mediante punción lumbar.

La Serología permitirá al especialista médico comprobar la presencia de anticuerpos en la sangre del individuo y determinar la capacidad de respuesta a la infección, obteniendo por proceso de centrifugación, previo coagulamiento de la sangre, el suero.

Se deben considerar los siguientes síntomas: dolor abdominal, muscular, de espalda, de cabeza,  articular, así como escalofríos, sudoración excesiva, fatiga, fiebre, inapetencia, debilidad física, pérdida de peso, ganglios inflamados, fiebre ondulante (crece y aminora) generalmente por la tarde.

La enfermedad, incluso, puede ser de tipo crónico y perdurar por varios años en el portador.

A pesar del avance que la Medicina tiene en la actualidad, solamente existen antibióticos como parte del tratamiento de contención de la infección; si bien se inhibe en el corto plazo, el individuo es propenso a su reaparición.

En caso de presentarse nuevamente, la recaída puede perdurar durante varios años, similar a como ocurre con la Tuberculosis.

Si la infección por Brusella no aminora, las complicaciones contemplan lesiones óseas y articulares, inflamación del encéfalo (encefalitis), endocardio (endocartitis) y membranas que rodean al cerebro y espina dorsal (meningitis).

Por su parte, el titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Antonio Rico Lomelí, comentó en su momento que Quintana Roo forma parte de una cordón fitozoosanitario a nivel Peninsular, donde se vigila la entrada y salida del ganado.

Lo anterior implica que las 140 mil cabezas de ganado con las que se cuentan a nivel estatal mantienen su estatus sanitario, donde el Comité Estatal de Protección Pecuario (CEPP) se coordina con la dependencia federal para la vigilancia y detección de posibles casos de brucelosis, en cuyo caso confirmado se accionaría un cerco cuarentenario para contenerlo.

El contexto médico define la brucelosis como una enfermedad bacteriana, del tipo infeccioso, que afecta a varios órganos del cuerpo.

Incluso puede identificarse en canes, roedores, zorros, focas, delfines, marsopas y ballenas.