Javier Ortiz/SIPSE
BACALAR, Q. Roo.- La intensa sequía que se mantiene desde hace más de cinco meses en el municipio de Bacalar, bajó la producción de leche en la zona ganadera de Río Verde, una de las más importantes.

Román Caporalí Alvarado, delegado ganadero de esa zona, indicó que la falta de agua y alimentación han originado que se desplome la producción lechera en un 50%, apenas para cubrir algunos compromisos con los queseros.

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Señaló que los ganaderos locales a duras penas consiguen mantener con vida a sus animales, “en algunos casos han registrado pérdidas de vacas que acaban de parir, porque su situación se complica por la falta de alimento suficiente y agua”, subrayó.

Esta misma situación ha provocado que de 150 litros del producto que conseguían hasta el año pasado, actualmente solo obtengan 70 u 80 litros cuando mucho al día, porque los animales no cuentan con suficiente alimento.

En algunas ocasiones se han visto en la necesidad de adquirir suplementos alimenticios como pollinaza, lo que les ocasiona gastos extras que ya no pueden sustentar, porque el estiaje se prolongó demasiado tiempo, tanto, que superó cualquier prevención que adquirieron.

Estanislao Ramírez García, productor ganadero de la comunidad de 18 de Marzo, indicó que le cuesta trabajo colocar su poca producción debido a que la calidad no es la misma, por la pobre alimentación de los animales.

El precio en los cinco pesos actualmente, porque los productores de queso ya no quieren pagar los siete pesos con que lo comercializaban hasta el mes de octubre pasado, pues alegan que la leche no cuenta con la consistencia que requieren.

La escasa producción, el bajo en el precio de comercialización y los gastos extra que tienen que realizar los productores para alimentar a sus animales, está aniquilando la economía de los ganaderos del municipio de Bacalar.

De acuerdo con Federico Bucio Martínez, representante ganadero del municipio bacalarense, cuentan con un padrón de 50 mil cabezas de ganado, de los cuales sólo el 10%, es decir, cinco mil son alimentados para la producción de leche y el 90% para carne.