Progresa Q.Roo en índice de paz

En enero se analizó en este espacio la posición de Quintana Roo en el Índice 2016: estaba reprobado.

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Ayer fue el Día Internacional de la Paz. En enero se analizó en este espacio la posición de Quintana Roo en el Índice 2016: estaba reprobado. Las causas aludían, entre otras, a un desempeño irregular del gobierno (anterior); una distribución inequitativa de los recursos; la no aceptación de los derechos de otros, y cuestionables niveles de corrupción. Fueron algunos factores analizados.

En el índice de este año se avanzó considerablemente. En la medición nacional la entidad fue una de las que más progreso mostró. Yucatán es la más pacífica y le siguen Nayarit, Tlaxcala, Hidalgo, Coahuila, Campeche y Quintana Roo. En ese orden.

Caso contrario son Guerrero, en el último lugar; solo un punto arriba están Colima y Sinaloa. Pero no es un problema de estos tres, sino que a México le fue mal, ya que es menos pacífico que el año pasado, asegura el Institute for Economics and Peace, un centro de investigación internacional independiente con presencia en 163 naciones.

La situación de México “tiene explicación por el golpe del crimen organizado y la cooptación en todos los aspectos. Además ha empeorado la inestabilidad política, falta trabajo en el acceso a la justicia y llegar a una sanción en violaciones y homicidios”, detallaba al respecto Patricia Obeso, presidenta del Instituto para la Economía y La Paz en México.

Es que las estadísticas de violencia y homicidios dolosos son menos confiables, pues las procuradurías de justicia o fiscalías podrían estar arrojando números erróneos. En el ítem impunidad/corrupción basta decir que el 91% de los delitos no se castiga. El país ocupaba el lugar 58 de los 59 evaluados en el Índice Global de Impunidad 2016.

Acerca del impacto económico, asciende a 12.6% del Producto Interno Bruto mundial, lo cual equivale a mil 900 dólares por persona. En los países más pacíficos el promedio es del 3% del PIB y en los menos pacíficos es del 37%. En México es de 18%, es decir, 25 mil pesos por habitante.

En el mismo texto referido al inicio (publicado hace meses) se enfatizaba la necesidad de corregir estrategias en los ocho pilares básicos del sistema democrático. Ya se veía una reconstrucción desde los mismos cimientos por parte del gobierno estatal, en funciones desde hace un año. Evidentemente les ha funcionado.

Por supuesto, están a la vista los desafíos, los riesgos y las carencias, como la inseguridad, que parece no dar tregua; pero este indicador refleja una labor eficaz en marcha, tan necesaria como urgente, dado el contexto.

 

Desorbitado

 

La mejor versión del país aparece en las tragedias. También una de las peores. Aunque son más los buenos. Se ha visto en huracanes, deslaves, inundaciones, erupciones o terremotos, como el del 19 en el centro de la república. Los espacios públicos se han convertido en escenarios de ayuda auténtica, donde la solidaridad no admite distinciones de raza, religión, ideología ni condición social. Allí todos sufren. Todos aportan.

No podemos esperar el drama para expresar lo mejor. ¿Por qué no lo hacemos de una vez y acabamos con tanto mal solapado?

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