Oskar Mijangos/SIPSE
CANCÚN, Q.Roo.- El convenio firmado hace dos meses por el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam) y Starbucks México a nivel nacional para emplear a personas de entre 60 y 65 años de edad, no se ha implementado en el municipio de Benito Juárez, pues no se ha autorizado a nivel estatal.  Norma del Carmen Gómez Canul, encargada de la Coordinación de Atención al Adulto Mayor y Casa Nohoch Nah (Caam) del sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), aseguró que no ha recibido la notificación para el arranque del programa.

En el caso de Benito Juárez, al no contar con una representación del Inapam a nivel municipal, el DIF realizará la vinculación y el procedimiento para que los adultos mayores puedan desempeñarse como baristas (expertos en la mezcla exacta de la presión del agua, temperatura y la dosificación del café).

En agosto, la entonces representante de la CAAM, Joanna Márquez García, aseguró que el gerente regional de Starbucks se comunicó con ella para establecer los lineamientos del convenio, los cuales serían marcados por el Inapam y el DIF.

Como se publicó en la edición del 24 de agosto del presente año en Novedades de Quintana Roo, la franquicia estadounidense solicita un perfil para ser barista en cualquiera de las sucursales del país, de los 60 a los 65 años de edad, tener escolaridad mínima de secundaria, así como habilidad de preparar bebidas, limpiar, cobrar y dar una buena atención a los clientes.

Desde 2011, en el Distrito Federal se trabajó con un proyecto piloto, contratando a algunos adultos mayores en 10 tiendas de esa ciudad para preparar los diferentes tipos de bebidas que la empresa ofrece al mercado. Derivado de ese proyecto, surgió un adulto mayor certificado como barista trainer de Starbucks, es decir, entrena a los de nuevo ingreso.

Actualmente el DIF apoya por medio del programa del Inapam de empacadores voluntarios a un promedio de mil 500 adultos mayores en un total de 37 tiendas en toda la ciudad.

Cecilia Chi Matus, empacadora en un centro comercial, agradece la oportunidad de trabajar a pesar de su edad; espera que el convenio con Starbucks se logre pronto, pues considera que sería un trabajo menos pesado, ya que aunque se supone está prohibido, muchos abuelitos son obligados a realizar trabajos pesados como el acarreo de carritos del supermercado.