Pueblo Mágico evita la contaminación del manto freático

El funcionamiento de la planta de tratamiento de aguas negras ocasiona un gasto de 250 mil pesos al mes.

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Las aguas negras pasan a un proceso químico dividido en varias etapas. (Javier Ortiz/SIPSE)
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Javier Ortiz/SIPSE
BACALAR, Q. Roo.- Después de un proceso químico dividido en varias etapas, las aguas negras que se generan en el Pueblo Mágico son devueltas al manto freático sin riesgo de contaminación. Incluso pueden ser utilizadas para riego de cultivos y el lodo que se genera, para abono orgánico, pues están libres de bacterias.

Para que lleguen a la planta de tratamiento, los líquidos, con basura de todo tipo, como preservativos, toallas femeninas, chicles, bolsas de plástico, colillas de cigarros, entre muchos otros, tienen que atravesar a través de las alcantarillas, toda la ciudad, en un recorrido de casi tres kilómetros que comienza en la colonia Mario Villanueva, donde se encuentra la planta de bombeo, y termina en la Diego Rojas Zapata, donde se ubica la planta de tratamiento, donde las aguas residuales salen cloradas y listas para ser reutilizadas para riego.

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Pero antes tienen que pasar por una caja de desazolve que representa el primer filtro, donde se queda la basura, el líquido, junto con las partículas que lograron filtrarse de la primera etapa, tales como semillas, chicles, etc. y el lodo, pasan por el cárcamo de bombeo para subirlo al área de pre tratamiento, donde se termina de desechar la poca basura que contiene, para que el proceso de desintegración sea más rápido, explicó Luis Ramírez González, encargado de la planta.

Las aguas son depositadas al reactor biológico, donde los microorganismos consumen la materia y la convierten en lodo. En esta misma etapa, el agua sucia es canalizada a un área de clarificación, donde los lodos se asientan y filtra el agua para el tratamiento con cloro líquido.

Proceso

Explicó que los líquidos se incorporan a un apartado dentro del mismo reactor biológico, donde se someten a una recirculación, dentro de un tanque separador de lodos, donde permanecen por espacio de tres días, antes de pasarlos a un digestor para exterminar más bacterias, de modo que sólo quede el lodo sin micro organismos.

Finalmente, el lodo que resulte, pasa por un área de purgado, con aparatos denominados de filtro prensa, donde se mezcla con polímetro, que es una masa por bandas, por donde se filtra el agua y cae la masa, convertida en lodo, lista para ser utilizada en abono en los cultivos.

Tras pasar por las diferentes etapas, el agua es depositada en un tanque de cloración que es la etapa final por la que pasa, donde se le inyecta cloro al 90%, antes de ser arrojada al subsuelo, sin riesgo de ningún tipo, pues para garantizar la efectividad del procedimiento, una empresa particular realiza pruebas a esta planta de tratamiento, al igual que otras del Estado, al menos dos veces al año.

Inversión

Eduardo Ic Sandy, gerente de la CAPA en Bacalar, subrayó que para realizar este procedimiento, a la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado le ocasiona un gasto mensual de aproximadamente 250 mil pesos, principalmente por el consumo de energía eléctrica y solamente es recuperable el 10% de este costo, en los recibos mensuales de los usuarios, “sin embargo, es un trabajo que se tiene que realizar para  proteger el manto freático que tiene como destino final, la Laguna de los Siete Colores”, destacó.

Las colonias que colindan con este cuerpo lagunar: Magisterial, Centro y Mario Villanueva, donde existen alrededor de 600 viviendas, ya cuentan con el drenaje sanitario, pero sólo el 35% de ellas están conectadas, a pesar que dotarles de este servicio, representa un gasto de entre 35 y 50 mil pesos cada una, explicó el funcionario.

Dijo que aunque la planta de tratamiento de aguas residuales tiene capacidad para procesar 30 litros por segundo, solamente trabajan a una sexta parte de su capacidad, pues sólo captan cinco litros por segundo, “tenemos capacidad para darle tratamiento al agua que emane de toda la ciudad de Bacalar simultáneamente”, afirmó tras exhortar a los bacalarenses que se conecten al drenaje sanitario, en el caso de aquellos que ya cuenten con este servicio, a fin de proteger el manto freático y por ende, la Laguna de los Siete Colores.

Se pudo conocer que el costo para conectarse al drenaje sanitario, significa un gasto por cada vivienda de entre mil y mil 500 pesos, dependiendo la distancia que se encuentre el registro y el sitio donde pretenden instalarlo dentro de su vivienda, aunque para facilitar su conexión, la CAPA ofrece el apoyo técnico para quienes todavía no lo han hecho, sin ningún costo.

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