Excesivo optimismo del PRI

Raymundo King de la Rosa, aseguró que su partido recuperará los municipios.

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El presidente del Partido Revolucionario Institucional, Raymundo King de la Rosa, con exceso de optimismo aseguró que su partido recuperará los municipios que hoy están en manos de otros partidos y que tendrán muy buenos resultados en la contienda electoral federal. 

Se aventó a decir también que en el 2016 perdieron debido a errores de operación, malas decisiones y pugnas internas, olvidándose a propósito de señalar que los ciudadanos dejaron de creer en ellos debido a los graves abusos del gobierno en contra de los quintanarroenses y la corrupción galopante del ex gobernador Roberto Borge. 

Encumbrado políticamente por el ex mandatario en desgracia, King de la Rosa es incapaz de criticarlo, sabe que sería como escupir para arriba, pero todos sabemos que desde hace mucho el PRI dejó de representar al pueblo para volverse una agencia de colocaciones de amigos y familiares, que nada han aportado para la consolidación del partido y el mejoramiento en el bienestar de los habitantes del estado.

El exceso de optimismo del todavía dirigente estatal es un autoengaño, porque si bien los otros partidos no cuentan tampoco con la absoluta confianza ciudadana, los escándalos de corrupción de varios ex gobernadores priistas, en particular del ex mandatario quintanarroense, son un lastre complicado de superar.

Los priistas no son ya una buena opción para los ciudadanos, después de perder la presidencia de la república durante 12 años, la sociedad creyó que habían aprendido la lección para renovarse en su forma de gobernar.

Sin embargo, a unos meses de que termine el sexenio de Enrique Peña Nieto, los mexicanos estamos cada vez más convencidos de que el PRI no cambiará nunca, que seguirá siendo un partido alejado del pueblo, capaz de traicionarlo todas las veces que consideren necesario. 

Con evidente enfado, los priistas no quieren recordar aquella fotografía de inicio del gobierno de Peña Nieto, en el que aparecen los ex gobernadores acusados de serios actos de corrupción y que están tras las rejas o en calidad de prófugos de la justicia. 

El propio presidente dijo que varios de ellos encarnaban al nuevo PRI y no se equivocó: representan a una nueva generación de políticos jóvenes pero con los viejos vicios del partido como son la simulación, la mentira, la soberbia, la indiferencia hacia los problemas de los marginados y en general la corrupción más brutal. 

Si bien es cierto que partidos como el PRD o el PAN tampoco son precisamente ejemplos de confiabilidad, para el común de los ciudadanos es peor votar por el PRI, que en los últimos seis años a nivel nacional, se ha visto envuelto en escándalos de corrupción muy graves que han quedado impunes. 

En Quintana Roo, después del proceso electoral de 2016 en que perdieron la Gubernatura, se pensaba que habría un recambio en la dirigencia estatal, lo que no ha ocurrido hasta ahora, a pesar del desangelado y desafortunada gestión de King de la Rosa. 

Lo percepción de los quintanarroenses es que si en las inminentes elecciones del 2018 siguen perdiendo posiciones, el PRI no tendrá la fuerza suficiente para volver a ser el otrora todopoderoso partidazo.

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