Victoria González/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.-  Las mascotas en muchas ocasiones no son vistas sólo como un animal en casa, sino que se convierte en un miembro más de la familia, por lo que al fallecer es recomendable que las personas o los dueños tengan un margen de tres a cinco meses de espera para poder tener otro animalito.

Debido a que las personas que tienen una mascota en el hogar llegan a tener un gran afecto hacia ellos, pueden sufrir la muerte del animal de manera emocional, por lo que es necesario dejar pasar el proceso de duelo asimilando la muerte, el recuerdo y la aceptación que ha cumplido un ciclo de vida, aseguró el médico veterinario, Olaf Hinojosa Hernández.

Al obtener otra, es necesario contemplar la adopción y que los nuevos integrantes no son iguales al que falleció,“ningún animal es igual”, por lo que no se deben de sentir decepcionados si estos animales de recién ingreso a casa no realizan las mismas actividades o no tiene los mismos comportamientos que el anterior animal.

Cuando fallece una mascota, no es recomendable tirar el cuerpo a la basura o depositarlo en bolsa y dejarlo por las calles o avenidas, ya que no sólo generan contaminación, sino también pueden generar enfermedades al ser humano y a otros animales como: la leptospirosis, que es una enfermedad peligrosa que puede afectar la salud de ambos, ya que está comprobado por la Organización Mundial de la Salud.

Entre otras enfermedades que pueden afectar a otros animales al “tirar” los cuerpos en las calles es el parvovirus, moquillo, hepatitis, entre otros, manifestó Hinojosa Hernández.

Es importante considerar que para los niños puede ser más doloroso pasar un duelo y aceptar la pérdida de su mascota, por lo que siempre hay que contemplar que es mejor la adopción que la compra de otro animalito, pues son los que requieren de más atención y cuidado, ya que son quienes han pasado abandono y maltrato, aseguró Mayanine Orellano Medina, rescatista de la Asociación Civil, En Busca de un Hogar.

Para evitar enfermedades y contaminación con los cuerpos de los animales muertos, se puede hacer hoyos en los patios o algún espacio de tierra para enterrarlos con “cal” o cremarlos.

Las cremaciones tiene costos dependiendo del peso de los animales, los de razas pequeñas van entre los 600 a mil pesos si no se recuperan las cenizas, y mil 200 a dos mil pesos si las personas deciden llevarse el polvo del animal.

De las opciones que tienen los dueños de las mascotas cuando están muy graves por alguna enfermedad, o aquellas que han sido maltratadas o atropelladas, puede ser la inyección de la eutanasia, que brinda una muerte sin dolor a los animales y éstas pueden tener costos de 500 a 750 pesos, dependiendo de su tamaño, expresó el médico veterinario.