Que se aclaren las dudas

Muy serias son las acusaciones publicadas en Novedades de Quintana Roo respecto a que durante cinco años...

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Muy serias son las acusaciones publicadas en Novedades de Quintana Roo respecto a que durante cinco años, la pasada administración estatal desvió siete millones y medio de pesos que debieron ser invertidos para concretar diversos proyectos del Programa de Apoyo a las Culturas Populares y Comunitarias (PACMYC).

Hermelindo Beh Cituk, coordinador municipal del PACMYC, incluso señala de manera directa a la entonces subsecretaria de Cultura, Lilián Villanueva Chan, de ser la principal causante del desvío de esos recursos que fueron enviados desde la federación pero nunca se ejercieron y por supuesto, tampoco se utilizaron.

Esta sería una manchita más al tigre de la corrupción que durante casi seis años se enseñoreó en nuestro estado sin dejar ningún rubro intocable, y es verdad que hace falta realizar la investigación pertinente pero sin duda que algo está muy turbio, sobre todo cuando se conoce que muy poco se hizo en materia cultural, con excepción del Festival de Cultura del Caribe.

Se ha escrito demasiado acerca del grado de corrupción que imperó durante la pasada administración, con casos muy sonados que implican millonarios recursos desviados a los bolsillos de funcionarios sin escrúpulos y en el caso que nos ocupa, no importa si son uno, dos o tres mil pesos o tres millones, se debe actuar conforme a la ley para castigar a los responsables.

Además de que no se tomó con seriedad el aspecto cultural, que con contadas excepciones no forma parte importante de los gobiernos, sean estatales, municipales o federales; aquí lo más criticable es que a pesar de que no se contaba con recursos suficientes, sencillamente no se usaron o fueron a parar a engrosar alguna cuenta bancaria individual.

Lamentable, por decir lo menos, que funcionarios encargados de impulsar la cultura de Quintana Roo, que es vasta, rica y heterogénea, hayan optado por el camino del relumbrón y la superficialidad, pero más grave que actuaran con opacidad para cubrir irregularidades y desvíos de fondos.

Sólo llegando hasta las últimas consecuencias se podrán aclarar las cosas; no se trata de satanizar a nadie a priori, pero sí de hacer que prevalezca la ley, cuya aplicación estuvo ausente muchos años para actuar contra quienes llevaron a la quiebra al estado.

Y por supuesto, aquellas personas que son señaladas como responsables de actos de corrupción, tienen el derecho de defenderse, porque de no hacerlo, la sociedad pensará que todo lo que se dice de ellas es absolutamente cierto.

El legado cultural de los mayas, el sincretismo con la cultura de los conquistadores españoles, la cercanía con el Caribe, entre muchas manifestaciones de nuestros pueblos, hace de Quintana Roo un estado privilegiado en materia cultural.

En los últimos cinco años, como en muchos otros rubros, en el aspecto cultural se dio un paso atrás; hoy se requiere una transformación casi absoluta en la manera de promocionar nuestra cultura, de apoyar a los creadores quintanarroenses y en suma, de volver a construir un edificio que está casi en ruinas.

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