Anselmo Huchin/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- La tendencia al suicidio que se incrementa en los meses de mayo y septiembre además de multifactorial se vincula a las drogas y el alcohol. Claudia Renata Guillemot Fuentes,  secretaria técnica del Comité para la Prevención del Suicidio, aseguró que el problema además de alarmante, preocupa por la falta de instancias gubernamentales que ayuden a la rehabilitación de los suicidas fallidos.

“Tampoco existen las que ayuden a las familias donde llegan a consumarse estas pérdidas”, afirmó.

No se dan abasto 

Karen Nava Villanueva, coordinadora del programa de Salud Mental de la Jurisdicción Sanitaria número dos de la Secretaría de Salud (Sesa), explicó que los esfuerzos que realizan no son suficientes para atender a más de 730 mil habitantes tan sólo en Benito Juárez.

La inexistencia de un hospital psiquiátrico en Quintana Roo o de instituciones para atender la tentativa o un suicidio consumado es una situación que afecta. Instituciones como el DIF sólo tienen horarios de ocho a 16 horas de lunes a viernes; no logran con estos horarios atender a las personas con estas tendencias.

Mujeres vulnerables al suicidio 

Un estudio del fenómeno social, revela que la falta de esparcimiento, el consumo de drogas, el abuso del alcohol y los problemas familiares provocan que las mujeres lo intenten más pero los hombres lo concretan en mayor número.

Preocupa que desde los nueve años ya existan tendencias aunque personas en edad productiva son los que más se suicidan en horarios vespertinos, noches, fines de semana y días festivos de los meses de mayo y septiembre, que es cuando se eleva el consumo de alcohol, pueden combinar drogas y asociarse problemas familiares que finalmente conllevan al suicidio.

Entorno influye en suicidas 

Nava Villanueva explicó que el programa de Salud Mental de la Sesa en Benito Juárez y las asociaciones civiles, además de consultorios privados están imposibilitados para atender alrededor de 730 mil habitantes, que en cualquier momento pueden desarrollar tendencia suicida dependiendo de su entorno.

“A los esfuerzos se hace necesario sumar actividades preventivas desde las aulas escolares; sin embargo, también es urgente contar con clínicas y hospitales que apoyen a los Centros Integrales de Salud Mental (Cisame) y las Unidades Médicas Especializadas (Uneme).