Esmeralda Espinoza/SIPSE
CANCÚN, Q.Roo.- Edwin Ambrosio Chu, Mario Mixtega Pacheco, Jesús Antonio López Lázaro y Efraín Díaz Pérez, son los cuatro estudiantes cancunenses que representarán a Quintana Roo en la Olimpiada Nacional de Física.

La competencia nacional se realizará del 17 al 21 de noviembre en el estado de Durango, donde los jóvenes del Colegio de Bachilleres Cancún plantel uno, competirán con otros 133 alumnos de los distintos estados de la República mexicana, con el único objetivo de colgarse en el cuello una de las tres medallas disponibles para quienes obtengan los mejores resultados.

Efraín, uno de los concursantes, también participará en un Encuentro Regional que realiza el Colegio de Bachilleres de Veracruz, en coordinación con los estados de Tabasco, Campeche, Yucatán, Chiapas y Quintana Roo.

Los jóvenes, quienes cursan el quinto semestre de su educación media superior, aseguraron sentirse comprometidos con su estado, con su familia, sus asesores de concurso y con la institución educativa por darles todo el apoyo para obtener éxito en este proyecto de trascendencia nacional.

Esta olimpiada es especial porque es la primera vez que Quintana Roo participa, ya que la Secretaría de Educación y Cultura (SEyC) no promueve dicha competencia como sucede en el resto de los estados, comentó Patricia Arredondo Montero, asesora de concurso.

“Esta vez los maestros tomamos la iniciativa de promover por nuestra cuenta esta competencia, ya que reconocemos el talento de los jóvenes quintanarroenses”, puntualizó.

Viernes, sábado y domingo, los jóvenes se reúnen con la asesora de concurso por un promedio de 12 horas para reforzar los conocimientos adquiridos en clases, con el objetivo de que estén al nivel de estudiantes de otros estados.

Disciplina, dedicación y el apoyo de docentes, asesores y padres de familia son indispensables para alcanzar el éxito, aseguró López Lázaro, uno de los participantes.

Los competidores comentaron que sus padres son quienes les han dado el apoyo incondicional, ya que constantemente requieren de nuevos libros para una mejor preparación y en ocasiones resultan costosos.

“Un reconocimiento nacional puede abrir puertas para cuando decidamos por una universidad y creo que el sacrificio de nuestros padres valdrá la pena”, comentó Mixtega Pacheco.

Dos de los estudiantes viven con un solo padre, sin embargo, esto no ha sido impedimento alguno para frenar sus deseos de triunfar en la vida, al contrario es parte de su motivación diaria.  

Por el momento continuarán con su preparación y esperan regresar como triunfadores.