Quintana Roo contra los tres jinetes del apocalipsis turístico

Este día (23 de enero) iniciaron formalmente los trabajos de la Feria Turística de Madrid...

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Este día (23 de enero) iniciaron formalmente los trabajos de la Feria Turística de Madrid (Fitur), una de las más grandes marquesinas para que los destinos turísticos mundiales se muestren ante los mayoristas, se vendan ante los tour operadores, y es también un aforo de vital importancia para que Quintana Roo logre refrendar este año su liderazgo en México y América Latina.

Y decimos que es de vital importancia, ya que de este tipo de proyecciones dependerá el poder hacer frente o no a la seria amenaza que representan “los tres jinetes del apocalipsis” para el turismo del estado, como son:

El creciente arribo de sargazo anunciado para este año; la disminución o nula promoción turística del gobierno federal -que tomará los recursos destinados a la publicidad del país para crear el tren maya- y, desde luego, la inseguridad convertida en imparable violencia.

Por ello es necesaria una participación de la delegación quintanarroense con especial esmero, en una operación quirúrgica con los empresarios de esta industria de los distintos países participantes, capaz de atraer como imán a más visitantes y termine con la desaceleración en el arribo de turistas, sobre todo del mercado estadounidense, el más numeroso e importante para el estado.

Así es, este 2019 pinta como un año especialmente difícil para la actividad turística de México, con mayor énfasis en esta entidad que depende casi al 100 por ciento de la llamada industria sin chimeneas.

Y se advierte de esta manera dado el poco o nulo interés mostrado por la nueva administración federal hacia este rubro, pese a ser uno de los tres motores de la economía más importantes para México, al lado del petróleo (tan de moda y tan protegido por el naciente gobierno) y junto a las remesas, al dinero enviado a gente de este país por sus familiares desde el extranjero.

Para muchos es especialmente difícil entender la decisión del gobierno de la República de invertir en un tren turístico, eliminando la promoción turística, es decir, se realizará un enorme gasto para pasear a los visitantes que, en contraparte, no son invitados a México (al menos no lo serán de acuerdo al anuncio de la federación). Eso se considera casi como darse un balazo en el pie.

Lo mismo ocurre con la violencia y con el arribo de sargazo, en donde es indispensable dejar de escatimar recursos para afrontar ambos problemas, o de lo contrario, la actividad turística podría verse en problemas difíciles de resarcir. El turismo es un negocio caprichoso y altamente vulnerable que vive de la seguridad y la imagen, de la atención y los atractivos que se ofrece.

Esperemos que la delegación de Quintana Roo haga un formidable trabajo en esta feria turística a la que asisten 251 mil participantes y donde se llevarán a cabo más de 6 mil 800 encuentros de negocio.

México no debe abandonar el top ten de países con mayor número de turistas. Hacerlo, sería un grave retroceso con peores consecuencias, y Quintana Roo es pieza fundamental en su permanencia.

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